2. Dudas y secretos.🎭

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Sentados a los pies de la cama, uno frente al otro, Hoseok y Yoongi no podían dejar de mirarse

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Sentados a los pies de la cama, uno frente al otro, Hoseok y Yoongi no podían dejar de mirarse... a ellos mismos. Era extraño y antinatural verse desde fuera, a través de los ojos de otro, pero también resultaba fascinante porque era una experiencia totalmente distinta de contemplarse en un espejo.

— Tengo canas que no había visto antes — murmuró Yoongi al cabo de un rato.

— Mi nariz es más grande de lo que pensaba — dijo Hoseok mientras examinaba su propio rostro de perfil.

— Tonterías, tu nariz es perfecta — rebatió el mayor y tocó la punta de la respingada nariz de Seok, que ahora era suya.

— También lo es tu cabello, hyung. ¿Qué importan un par de pelitos plateados? — se instaló el silencio de nuevo. Hoseok miró el reloj: las ocho y veinte. Faltaban dos horas para su primera clase. La rutina los aguardaba, mas la situación todavía parecía irreal —. ¿Crees que esto sea un sueño?

— No, el dolor cuando chocamos y nos caímos fue demasiado real.

— ¿P-pero entonces cómo...?

— El mimo — Yoon se llevó la mano a la barbilla, pensativo —. No sé cómo, pero tuvo que haber sido él. Cuando chasqueó ayer los dedos se me pusieron los pelos de punta.

— ¡A mí también! ¿Y viste su sonrisa diabólica? En ese momento me hizo gracia pero recordarla ahora me da escalofríos.

— Puede que sea un mago de circo, o un ilusionista... Probablemente nos hipnotizó sin que nos diéramos cuenta, he visto cosas así en la tele — aventuró el mayor —. Es la explicación más lógica que se me ocurre.

— Es una posibilidad — lo secundó Hobi —. Debió de escucharnos discutir, y cuando dijimos aquello de ponernos en los zapatos del otro ¡boom! Nos cumplió el deseo.

— Tiene sentido, pero yo no deseaba eso realmente — se quejó Yoongi —. Era un decir, no lo pensaba de verdad. ¡Esto es una locura!

— Uh, lo sé. Yo tampoco hablaba en serio con todo lo que te dije... — Seok trató de alcanzar la mano contraria, pero Yoon no se dejó tocar, y es que recordar la discusión de la pasada noche le agrió el humor de golpe.

— Propongo que regresemos al parque de atracciones y le pidamos a ese tipo que nos devuelva a la normalidad.

— ¿Y las clases? — el más joven miró de nuevo la hora con inquietud —. Será raro si ninguno vamos a trabajar hoy.

— Al contrario, contaremos una mentira piadosa y nadie podrá decirnos nada. Voy a llamar, ¿dónde está mi teléfono?

Yoongi alcanzó su móvil y marcó para avisar que no se presentarían ese día, para que lo tuvieran en cuenta y mandaran profesores de guardia a sus respectivas clases. En lo que se escuchaba el primer pitido de espera, Yoongi se distrajo acariciando con fascinación la suave piel y bronceada piel de su pierna izquierda – que en realidad era la de Seok – y por unos instantes olvidó que estaba en el cuerpo del susodicho.
Una voz masculina contestó por fin a su llamada y Yoon carraspeó para aclararse la garganta.

Cambio Brusco [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora