La maldición de Barba Azul © [Historia corta]

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Las cosas cambian al pasar el tiempo. Ya he perdido la cuenta de los meses que han pasado desde que la conocí. Felicidad plena. Eso es lo que estoy sintiendo.

Pero ahora puedo sentir el miedo en la superficie de mi piel.

En las noches siento el llamado de la maldición. El susurro en la oscuridad que me incita a levantarme de mi lecho e ir a contemplar la habitación llena de muerte. Me quedaba horas contemplando sus cuerpos desnudos en poses extrañas.

Sus pálidas pieles con un brillo mágico que cautivaba la mirada. Imaginaba a Geneviev. Mi amada, en esta habitación. Sin vida. Sin aquel brillo en sus ojos que la caracterizaba.

Y me ahogo con mi respiración.

No, no puedo. No ella.

¡Maldición! La amo. La amo tanto que no puedo dejar que ella sea otra más de esta maldición.

Sé que ella es la mujer ideal para mí, pero no confío ciegamente.

No puedo.

Pero ella es diferente a todas.

Lo sé. Ella no sería capaz de caer en la horrible curiosidad. Aún no sabe de mi secreto, mi maldición. Porque si lo supiera, no estaría conmigo.

No dormiría conmigo con tranquilidad.

No dejaría que la bese a cada momento.

No dejaría que le haga el amor cada noche.

No dejaría que disfrutara de nuestro amor.