Capitulo 1

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-¡¡Emma, mi querida Emma!! ¡Ven a buscarme hermana, las sombras me torturan! ¡Ayuda a tu pobre hermana! ¡Sabes que no fue mi culpa! ¡Aléjate, alejate de mi mamá! ¡Mamá, no!

Esa voz, no, no, no puede ser. Esa voz pedía a gritos ayuda, se podía percibir el dolor y el esfuerzo con la cual estaba gesticulando esos gritos de agonía. No podía más el dolor se hizo presente en mi pecho, los recuerdos se manifestaron y la cabeza me empezó a doler. Me desperté de golpe. El sudor frío corría por mi espalda caliente, pase mi mano por mi frente para quitar el poco sudor que existía en ella. Me senté en la cama, tome mi rostro con mis manos y apoye mis codos en las rodillas. Trate de respirar profundo para tranquilizarme. Otra vez esa pesadilla, no la tenia desde que tenia seis, pero esta vez fue la peor. Todo estaba bien detallado. Como si realmente volviera a vivir ese día...

Me levante y me dirigí a la puerta, tenia la garganta seca y necesitaba un vaso de agua, podía simplemente pedirselo a los sirvientes, pero no. No soy como mi padre, aprendí muy bien a la sombra de un tirano que por más sangre real que corra por mis venas eso no me impedía realizar pequeñas acciones y molestar a otros. Marta dice que tengo un buen corazón, como el de mi madre, siempre dispuesta a ayudar a los otros y hacer las cosas por si misma.

Camine por el largo pasillo, se podían observar pequeños triángulos de luz que alumbraban la penumbra, la suave y delicada textura de la alfombra color carmesí que recorría todo el pasillo me trajo una sensación agradable que recorrió todo mi cuerpo. Seguí mi camino a través de la entrada principal y la sala de tronos hasta llegar al comedor, el contacto con la cerámica del piso de onix frío me dio un escalofrío. De puntillas cruce el comedor con rapidez y sutileza hasta llegar a la cocina. Me dirigí a la despensa tome un bocadillo y lo sostuve en mi boca mientras tomaba un vaso y lo llenaba de agua.

-¿Otra vez no podías dormir? -la voz de Marta me dio un susto y gracias a ello se me callo el bocadillo que tenia en la boca.

-Por los antiguos sabios, Marta, me darás un infarto un día de estos. -dije a la vez que tomaba otro bocadillo y me daba la vuelta para ver a Marta en la penumbra. -¿Qué haces despierta a estas horas? Sabes que no es bueno para tu salud. -dije mientras con un movimiento de cabeza la invitaba a sentarse junto a mi en la mesa.

-Escuche que te levantaste y quise venir a ver si estabas bien, ¿Otra vez esa pesadilla mi niña? -me pregunto mientras tomaba mi mano en las suyas y la acariciaba como modo de consolación.

-Sí, otra vez, hace años que ya no la tenía, me parece extraño que después de tanto tiempo se vuelva presente.-dije con voz cansada, cuando tenia seis años siempre me despertaba a mitad de la noche gritando por el miedo de aquel terrible sueño. -Siento si te desperté a estas horas. No quería preocuparte Marta.

-No te disculpes mi niña, te he cuidado desde que usabas pañales. No es ninguna molestia ayudarte cuando lo necesitas. -Marta tiene razón, ella me ha cuidado desde que era una bebé, ella me ha acompañado a mi, a mi madre y a Elisabeth desde hace mucho. Es como mi segunda madre.

-Gracias Marta, no te preocupes, ve y descansa yo are lo mismo, estaré bien. Cualquier cosa que me pase iré a buscarte si. -dije mientras la ayudaba a levantarse y la acompañaba a su recámara. Gracias a los antiguos sabios que esta se encontraba al otro lado de la mía.

Me dirigí a mi recamara, me subí a la cama tapandome con las sabanas, cerré mis ojos y trate de dormir. Minutos más tarde ya estaba totalmente dormida porque de ahí no recuerdo nada, solo la intensa ráfaga de luz que emano de mi ventana por la mañana.

-Lamento despertarla princesa Emma, pero su padre solicita su presencia en la sala de tronos esta tarde. Nos ha ordenado tenerla lista para entonces. -la voz de uno sirvientes termino de despertarme, sacándome de mis sueños.

Viaje entre mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora