Capitulo 2

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Hace doce años...

Narra Elisabeth.

Genial, de todos los días del mes justamente hoy tenia que ser el día de madres e hijas. Mi madre a decidido que una vez al mes tomaríamos un día entero para poder pasar un día de chicas sin la vigilancia de nuestro padre. Emma apenas tiene cinco años y yo estaba a pocas semanas de cumplir la mayoría de edad según la ley kreptiana. No quería pasar la tarde con mi madre, desde hace semanas he tenido sueños extraños con respecto a este día, tengo miedo de que algo pueda suceder, más ahora qué tengo el leve presentimiento qué las sombras nos observan y me susurran cosas durante las noches.

-Princesa Elisabeth, su madre y hermana la esperan en la puerta principal -la dulce y delicada voz de Marta me trajo de vuelta en mi, me pregunto como una anciana de trescientos años aparenta la edad de una mujer de cincuenta.

-Muchas gracias Marta, bajare en un segundo.

Antes de bajar busque entre mis cosas y el desorden De mi alcoba una pequeña figura rombiode de cuarzo. Mi arma de batalla una espada cambia forma, nunca salgo de casa sin ella y hoy, por ese presentimiento, tenia que llevarla a como diera lugar. Baje rápidamente las escaleras y me reuní con mi madre y mi hermana.

-¡Oh! Ellie gracias por acompañarnos hoy querida.

-Mamá -dije con desgano- no me llames Ellie, ya tengo quince años, ya no soy una niña. Ya no es necesario qué me llames así -hice un puchero, de verdad odiaba que me llamará así. Me recordaba mucho a Grim, ese hijo de.... Siempre me molesta.

-Perdóname mi amor. Ya es costumbre de tu vieja madre.

-Mami no es vieja, se parece mucho a la tía Mariam y ella es joven, tiene. Uno, dos, tres... Estos años -dijo Emma mientras con sus manos contaba y las abría para indicar qué mamá tenia diez años.

-Jajaja, pequeña princesa, la tía Mariam tiene veinte años yo tengo cuarenta y nueve. -dijo mientras cargaba a Emma en sus brazos y la alzaba por los aires, una pequeña briza se asomó en ese momento y los vestidos de ambas se dejaron llevar un poco por los aires, parecía la escena de algúna película.

-Un año más y envejecerás lentamente... ¿No? -dije mientras me incorporaba con ellas, pueda que no sea tan mala idea pasar el día de hoy juntas, pero aun así existía en mi aquel extraño presentimiento...

Pasamos un rato en los jardines reales, jugamos entre las flores y mamá nos regañó por pisarlas, a decir verdad extrañaba aquellos días en los cuales jugaba en el jardín mientras mamá me observaba y cuidaba de Emma, cuando era bebe. Luego de eso Emma propuso ir por un helado al pueblo, tuvimos que evadir y despistar a los guardias para poder salir. Nuestro padre no nos deja salir del castillo, no por nada es un tirano, bueno en realidad todos los hombres de la familia Aregorth son unos tiranos, pocas mujeres que han asumido el trono se vuelven una verdadera escoria. Según la opinión de mi padre no es digno de la familia real juntarse con personas de un menor rango social que el de la familia real. En pocas palabras no le agrada que estemos con los ciudadanos del pueblo por el simple hecho de tener sangre real.

-Elisabeth.

-¿Si madre?

-Tu padre me pidió que te hablara sobre asumir el trono, claramente aun no será el tiempo de hacerlo, pero muy pronto tendrás que prepararte para asumirlo.

-Sí, ya me ha hablado de ello, pero ¿por qué asumiré el trono tan joven y sin estar casada?

-Eso no lo sé, generalmente en los dictámenes reales de la familia el heredero asume el trono al cumplir los veinticinco años, estando comprometido. Sabes cómo funciona esto. Solo el primogénito de la familia Aregorth puede asumir el trono, así como solo la familia del primogénito tiene derecho al trono.

Viaje entre mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora