Lo de cuidar a cinco niñas resulto que no era tan malo y más si tenía a Marc a mi lado haciéndome reír
Las niñas se pasaban todo el rato tumbadas en las toallas cotilleando no se que, mientras que nosotros parecíamos dos niños pequeños recién salidos de la siesta y con ganas de jugar
No parábamos quietos de un lado a otro del páramo y las chicas quejándose porque no nos estábamos quietos
No quiero que pase el tiempo, quiero quedarme con él siempre, nos inventamos un baile, aunque yo estaba más con los pies sin tocar el suelo, me levantaba pocos centímetros de la arena y me daba una vuelta para después tararear algo en mi oído que me hacía reír así todo el rato hasta que se le ocurrió no bajarme hasta que no llegase a el agua, yo disfrutaba con él y a Marc se le veía feliz
¿Las chicas? mirándonos hacer el tonto y murmurando cosas que no alcanzábamos a entender pero que a ellas le hacia gracia
No nos importaba lo que estaban diciendo, íbamos a nuestra bola y eso nos gustaba mucho
Cuando por fin dejamos de jugar y nos tumbamos en la arena Marc me rodeo con sus brazos apoyando la cabeza en mi pelo y yo descansando en su pecho, el cielo estaba muy bonito, las chicas se callaron y solo se oía pequeños susurros, no me apetecía levantar la cabeza para ver que estaban tramando me quede dormida en los brazos de Marc, tan cálido, no me pude resistir
Al despertar estaba en mi cama con un peluche al lado mía que sostenía una nota: ¿Te acuerdas? ponía
Si me acordaba del peluche, se lo regale en la despedida como un recuerdo, lo gane en la feria pescando patitos, le tenía un gran aprecio a ese peluche y por eso se lo di a él y ahora me lo ha devuelto, lo a guardado todo este tiempo, no lo a tirado ni nada, GUARDADO, al verlo sonreía como na boba y lo abrace