A la mañana siguiente la desperté pronto, para llegar al sitio donde pasaremos una semana entera teníamos que coger un avión comercial, cogimos las maletas y salimos en dirección a la pista de vuelo, el avión era pequeño solo cabíamos nosotros dos y los dos pilotos.
Las vistas de la pequeña isla cerca de Río de Janeiro eran preciosas, ella miraba sorprendida y me apretaba la mano para que mirara hacia donde miraba ella para ver el paisaje, desde donde estamos no se ve la casa, claro que no, estaba dentro del agua, cuando la vea se quedara atónita, es la mejor casa que había encontrado, y mis amigos me dijeron que estar allí fue fantástico
Nos despedimos de los pilotos y entramos en el Jeep que nos llevaría por fin a la casa, veíamos a los pájaros volar, pájaros con colores llamativos y bonitos, exóticos como todo esto, al llegar a la casa ella se quedo como yo me esperaba atónita, era una casa, una choza, dentro del agua sujeta por fuertes columnas de madera que la levantaban del agua, todo ventanal, preciosa, maravillosa, en el suelo había pequeñas cristaleras que dejaban ver el fondo del mar, a los peces pasar por allí, y a la noche despedían una luz azul cálida.
Cuando me levante de la siesta no la encontraba, era ya de noche y me volví loco buscándola y llamándola, hasta que al salir a la puerta encontré sus zapatillas al lado de la hamaca y su rebeca apoyada en la barandilla de la entrada, seguí el rastro de ropa que había a escasos metros por la playa, y la vi metida en el agua, nadando, cuando me vio me saludo y me dijo que entrara, ni lo dude, estábamos a pocos centímetros el uno del otro, la luz de la luna le hacía estar más hermosa de lo que es, nadamos en círculos mirándonos y nos sumergimos, vimos los corales que había y jugamos a escondernos en ellos y pillarnos nadando, ella me rodeaba por el cuello con sus brazos y sonreía debajo del agua, nos besamos allí mismo debajo del agua, no necesitábamos aire, ya nos lo pasábamos mutuamente, era todo tan romántico, todo con ella es así, salimos del agua, desnudos, y al llegar al rellano de la puerta la cogí y la lleve al dormitorio así, ella hundía su rostro en mi cuello y se reía, haciéndome pequeñas cosquillitas que me estremecían, la deposite en la cama con sumo cuidado, la vi tan dulce cuando la pose allí...
A la mañana siguiente tocaba excursión por la jungla que teníamos a nuestras espaldas, en concreto a una cascada que había, estuvimos allí toda la mañana, dentro del agua, haciendo el amor y divirtiéndonos, jugamos al juegos de mesa pero siempre acababan entre las sabanas, amándonos con toda la esencia de la palabra.
La semana pasó tan rápido, como un suspiro, ya nos teníamos que ir de allí, con buen sabor de boca, la mejor semana de todas, esto lo recordaremos para siempre y volveríamos de nuevo pero ya con nuestra hija para que conozca nuestro primer nido de amor como matrimonio
#Varios meses después#
Estábamos Alex y yo en el circuito con nuestro equipo cuando recibimos una llamada de nuestras respectivas mujeres, fue a la vez, sonó nuestros móviles, y al escucharlo que nos dijeron cogimos los coches y nos fuimos corriendo a el hospital, ya era de noche, hoy nos quedábamos esta tarde en el circuito para hacer comprobaciones para entrenar mañana con los pilotos pero esto era de extrema urgencia, iban a dar a luz, al llegar al hospital no sabíamos a donde ir, vimos a mi madre esperándonos en la puerta y nos guio a la planta donde estaban, las familias de las chicas estaban sentadas en la sala de espera, los saludemos y entramos con ellas, estaban ya con la ropa de hospital puesta y con contracciones fuertes, a mi mujer aun le faltaba pero a Ana no, en cuento llegamos el pequeño Hugo ya quería salir, estábamos en la sala de parto, una cortina nos separaba el uno del otro, la dejaron sin correr para vernos, ellas querían apoyarse la una a la otra, el parto de Ana duro una hora más o menos, nació a las 23:00, Alex lloro al ver a su hijo en brazos de su mujer, se miraron sonriendo y de repente mi mujer me apretó la mano, ahora le tocaba el turno a ella, el médico le decía que empujara y ella lo hacia lo más fuerte que podía pero Lucía se resistía a salir, no fue hasta una hora después cuando ya decidió salir, era preciosa, nos la dieron y como le paso a Alex y a Ana también lloramos al verla en nuestros brazos, tantos meses esperando y ya la teníamos
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Mi nacimiento y el de mi primo, contra mas lo leía más me encantaba, hasta que mis padres me llamaron para que bajara, estaban sentados en la mesa del comedor cogidos de las manos y sonriendo
- Lucía siéntate cariño – dijo mi madre – papa y yo tenemos que decirte una cosa
- ¿Qué pasa? – dije nerviosa
- Motera mía ¿Qué te parece si te decimos que vas a tener un hermanito? – dijo mi padre
- Me hacéis la niña mas feliz del mundo – dije corriendo a abrazarlos
Un hermanito para mi, ahora podre escribir yo el nacimiento de mi hermano, narrarlo con mis palabras, esa será mi primera historia en el cuaderno que me dio mi madre cuando Jorge se me declaro
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