Al acabar el cuaderno, no deje ni una sola hoja sin llenarla de recuerdos, risas, emociones, anécdotas....
Pero al acabarlo y cerrarlo sentí un vacío dentro de mí, mientras lo escribía todo mi ser estaba lleno, pletórico, mi mano quería correr más de lo que mi mente podía, quería darse prisa en escribir todo mis pensamientos sin deleitarse en minorías, no sentía el bolígrafo, para mí no era un simple bolígrafo azul, era una cosa que me pertenecía, como si fuera parte de mi cuerpo y escribía con un dedo lleno de tinta azul que dentro de él estaba todo amontonado queriendo salir rápido para exhalarlo en ese cuaderno magnifico, no se si alguna vez os habéis sentido así, yo lo sentí ese día y no quería que eso saliera fuera de mi para no volver
En cambio como dije algo un vacío recorrió todo mi ser cuando lo acabe y me sentí triste, el instituto, las clases adicionales, los deberes o los exámenes me ayudaban a completar ese vacío con la distracción pero cuando terminaban volvía y tenía que hacer algo pronto
Los chicos me dijeron que el año que viene no volverán a Tarifa, se quedaran entre Andorra y Cervera, ya que, aunque tengan vacaciones tenían eventos y mucho trabajo con el equipo para la segunda etapa del mundial, los note, igual que yo, tristes, nuestro reencuentro el verano pasado fue lo mejor que nos a pasado en la vida y teníamos pensado quedar todos los veranos allí y pasárnoslo genial los tres juntos...
Por la noche me vi mi película favorita, ¿porque favorita? porque el protagonista masculino esta buenísimo, bueno y aparte por la trama y entonces se me ocurrió una idea
A la mañana siguiente contaste con los jefes del equipo de Marc para ver si necesitaban a alguien y efectivamente lo necesitaban pero era un ayudante MASCULINO, no femenino, yo de masculino tenía poco, más bien nada de nada, lo pensé varios días y di con la fórmula
Contaste de nuevo con los jefes y me cogieron para el trabajo, tenía una semana para presentarme allí y ponerme manos a la obra
Una semana ajetreada la que tuve, tenía que hacer de todo y no podía dejar ni un detalle suelto, ni uno tan pequeño que no se viera, nada