La guerra de los dioses trasciende a los Midgard, mezclando su sangre con algunos pocos, los seres mitológicos mezclándose viviendo con los humanos. dos bandos al igual que los dioses viven en constante guerra, política y personal ¿Por solo un ser t...
En el mismo sitio donde se encuentran Nilsa y sus mercenarios, se encontraban B'jark y Hajrom, montando caballos escamados, capaz con azules con capucha cubren sus cabezas, mientras miran a todos lados.
— ¿Estás seguro de que es por aquí? — pregunta Hajrom.
—Si, ya estamos cerca, estuvo en un bar de por aquí anoche — dice B'jark — éstoy seguro de que hoy lo encontraremos
— Me gustaría saber cómo hace para esconderse tan bien por años — bufo Hajröm — cuando lo que encontremos le daré un putazo en la cara
—Creeme, hermano, te darás gusto — añade B'jark en broma.
Después de un rato de camino llegan al bar que se encuentra en desastre, el encargado está limpiando y arreglando todo con ayuda de unos cuantos más, pero al ver a los príncipes detienen sus labores
— Disculpen ¿Que sucedió aquí? — pregunta el principe de cabello oscuro.
— Anoche un idiota vino a cobrar una deuda y termino en una batalla campal, de no ser por una mujer muy bella de cabello plateado el lugar estaría hecho escombros — le cuenta el encargado.
—¿Cabello plateado? — B'jark fijando su vista hacia una mesa, en la que pudo ver un cabello plateado — ¿De ojos verdes? — se acerca y toma el cabello.
—Cómo esmeraldas cuando las toca la luz del sol — menciona el encargado embelesado al recordar.
—¿Que pasa, B'jark? — pregunta Hajrom.
B'jark no le responde pues se encuentra en un trance debido a que estaba viendo los sucesos de la noche anterior, cuando esto se detiene, se voltea hacia su hermano.
—Debemos capturar a Ulfrigk hoy mismo, hermano —le muestra el cabello — ya se encontró con ella
Por otra parte, Ulfrigk camina por las calles mezclándose entre la gente bajo su acostumbrada capucha, llevaba el cuidado de que nadie lo siguiera, hasta llegar a un callejón donde habían apenas unos ladrones en quietud, Ulfrigk se apoya de una pared y toca tres veces en tres ladrillos diferentes, y con aquello se pierde en la pared apareciendo en un lugar diferente, una casa grande y acogedora, con mucho objetos de valor, el joven se desprende de su capucha y toma asiento en un sofá, esperando que los reciba su jefe.
Mientras esperaba solo había una cosa en su mente, o más bien una persona, aquella mujer de cabello plateado y ojos esmeralda no salía de su mente al igual que los sucesos de la noche anterior
—¿Quien será esa chica?
Se pregunta suspirando sin darse cuenta, pues quedó muy impresionado por ella, sus pensamientos sobre ella fueron interrumpidos por una irritante voz.
— ¡Ulfrigk, muchacho! No esperaba verte tan pronto — le dice un duende de piel azul verdoso, con un gorro largo, abundante barba y ropa elegante, demasiado para ser un duende además de tener un cuerno de licor en una de sus manos — está vez hiciste más rápido el trabajo
—Bueno... Está vez hubieron elementos que fueron de ayuda — dice Ulfrigk con la mirada perdida.
— Si, escuché que anoche una bella mujer de pelo plateado detuvo la pelea por ti, y de que manera — se ríe el duende — que persona en sus cabales mata de esa forma, pero parece que hizo más que eso, mírate, estás babeando por ella ¿Cierto?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
