El príncipe enamorado. (Vegeta y Bulma)

Regreso a la tierra. Capítulo 1

E aquí una historia que muchos ya se habían imaginado... aún más quisieron ver como estos dos, personajes tan diferentes, terminaron juntos a pesar de sus actitudes y los problemas que vinieron...

Ya habían pasó unos días, tal vez hasta semana y media, desde el regreso de Vegeta a la tierra.

Por alguna extraña razón, Bulma estaba al tanto del bienestar del Sayajin, a todos les sorprendía esta actitud pues la mujer que se caracterizaba por ser mandona, gritona y orgullosa jamás había estado a disposición de alguien tan calculador, frío y... claro, orgulloso.

~Bulma~

Hace días llegó de nuevo a la tierra... mugroso, sudado y con el traje dañado, así bajó de la nave...

Lo extrañaba tanto, no se porqué su actitud me "agradaba" tanto. De inmediato lo mande a bañarse y demás, trate de aparentar mi nerviosismo siendo como soy. Vegeta, extrañamente, hizo caso de mis palabras...

Le deje ropa limpia y decidí ponerme a pensar tantas cosas y cuanto lo había extrañado.

Yamsha, Puar y Oolong estaban como locos tratando de averiguar que pasaba en mi mente. Yamsha y yo teníamos una relación sentimental pero, al menos para mi, estaba dejando de tomar importancia...

Hacia ya algunas semanas que ya no era lo mismo. Los constantes coqueteos de Yamsha me hacían sentir poco valorada.

Pasaron unos días, aún con la amenaza de los androides venideros y mil cosas más. Vegeta seguía entrenando como loco, a pesar de tener muchas heridas... varias veces lo internamos en las casa, me refiero a mi papá y mamá en él "nos", y fue como lentamente se recuperó...

Tal vez toda esta historia se desencadenó algunos días después de la llegada de mi príncipe, gracias a mis sentimientos y a Yamsha...

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EL PRELUDIO DEL ACERCAMIENTO.

Acaba de salirme de bañar, Vegeta es un niño pequeño y me estuvo fastidiando todo el día con ayudarle a crear robots más resistentes. Mi padre había salido a una conferencia por unas semanas y en vista de que mi madre no es una genio, me pidió ayuda a mi.

Salí medio arreglada de la habitación y él estaba recargado en la pared, en pose de malo y con los brazos cruzados aparte de su ceño fruncido (¿Cuándo quitará ese maldito ceño?).

— Vegeta.

— ¿Ya harás lo que te pedí?

— Acompañame al laboratorio, puede que te haga un robot mejor y más avanzado para que entrenes. —me había quedado en claro que él quería entrenar, necesitaba hacerlo y aún más con la amenaza de los androides. Gokú quien sabe donde andaba.

Bajamos tranquilos a mi laboratorio, Vegeta miró todo atento mientras yo ponía la cafetera y comenzaba a ver algunos planos de los últimos robots que hicimos y que el orgulloso sayan hizo explotar.

— ¿Cuándo podré entrenar?

— Aún ni siquiera hago los planos, debo diseñarlos, ver los materiales, comprobar errores de cálculo y después los prototipos...

— Yo no te pregunté eso, te dije que para cuándo.

— No empieces de grosero, ya te dije... máximo me tardaré 5 días. —obvio me tardaría 3 pero era para fastidiarle y enseñarle algo de paciencia.

— ¡¿Tanto?!

— Si, pues estos serán los más avanzados y resistentes que te voy a hacer.

— ¡Maldita sea, mujer! ¡Yo debo entrenar!