❤︎ Flufftober 2024 ˗ˏˋ MOB PSYCHO 100 ˎˊ˗ ❤︎

Give me a moment, some kinda mysterious

NOTA: Estoy bien atrasada con esto juarjuarjuar 

Pero no me importa, ni que me pagaran , lo hago por amor al arte y porque sale más barato que tomar terapia cada semana  ⸜(｡˃ ᵕ ˂ )⸝♡

Día 7 del Flufftober 2024: Apodos 

Ship: Ekubo&Reigen

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Que ridículos eran los vivos.

Aún así no entendía porque le parecía hipnotizante mirarlos perder el tiempo en las plazas de la ciudad.

– Te adoro, mi crema de avellana – le dijo un pelinegro a una castaña que se sonrojaba como tonta.

– Yo te amo más mi caramelito de ajonjolí – respondió ella mientras parecía derretirse en los brazos del sujeto.

De tener un cuerpo, estaba seguro que habría vomitado.

A veces Ekubo intentaba recordar cosas de cuando estaba vivo, no era algo que le impidiera el descanso eterno ni tampoco un asunto que hablaría en público, pero había cierta importancia en buscar respuestas acerca de qué tipo de relaciones había tenido en su vida.

Lo único que le quedaba era esa imperiosa necesidad de ser una deidad, de ser la entidad más maravillosa y magnífica que se pudiese reconocer en cualquier plano existencial.

En algún momento lo había logrado, tuvo el poder de Dios.

Se regodeo en la santidad que le otorgaron las vehementes oraciones que le dedicaba los habitantes de la ciudad.

Eso fue espectacular, pero de cierta forma parecía hueco, tanto que pasó a segundo término cuando su mejor amigo le pidió disculpas por su arrogancia. Si ese niño, que era el ser más poderoso que había conocido en su post vida no necesitaba ese reconocimiento multitudinario para ser feliz ¿por qué él sí?

Tal vez ahí estaba la respuesta a porque insistía en ver a las parejas enamoradas discutirse entre "apodos" cursis y melosos todas las tardes.

Ser tan importante como para tener el poder de derretir a alguien con solo unas palabras.

La noche estaba cayendo sobre la ciudad, y eso lo sacó de sus meditaciones. Vagaría un rato más en busca de algún espíritu o maldición que pudiera engullir y luego se guarecería en cualquier lugar que le placiera.

Tal vez iría a molestar a Ritsu, o a platicar con Shigeo. Hacía días que no atormentaba a Reigen en su departamento, eso podría alegrarle la noche.

Mientras vagaba por la ciudad, los pensamientos se arremolinaron nuevamente en los etéreos humos que componían su ser.

De pronto sus pensamientos se vieron encaminados hacia aquel rubio insolente, que no le hablaba con la mínima pizca de respeto.

Gruñó internamente y lanzándose en picada arrancó un mal de ojo que agobiaba a una chica a mitad de la acera. No se detuvo a ver si ella estaba aliviada o algo por el estilo, no le interesaba y cómo si esa pequeña maldición fuera la causante de su enfado la mastico con desprecio.

En realidad era un tema que le causaba escozor. Siempre le llamaba por su nombre, claro, pero no como lo hacía con Shigeo o Serizawa, incluso su tono era más cándido cuando se refería a Tome, esa molesta niña pelinegra que llevaba semanas asaltando la oficina.

Con él era, ¿cómo decirlo? Cómo si ignorara el importantísimo papel que jugaba en su vida.

¡¡Era un poderosísimo espíritu que cedía y le ayudaba con su negocio de poca monta!! ¿Cómo se atrevía a no mencionar su nombre con el mismo respeto que a los demás?