❤︎ Flufftober 2024 ˗ˏˋ MOB PSYCHO 100 ˎˊ˗ ❤︎

Romeo! you nearly gave me a heart attack

NOTAS: Bueno, solo diré que el flufftober no es un mes, sino un modo de vida 

¯\_(ツ)_/¯

Día 8 del Flufftober 2024: Flores

Ship: Reigen&Serizawa

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Terminar tirado en el piso de una florería no coincidía precisamente con su idea de tener un buen día.

Menos cuando ahora su traje estaba horriblemente empapado y con el olor del agua almacenado en algunos floreros por días.

Es decir, cuando aceptó ese trabajo, no pensó que fuera algo de qué preocuparse.

Escuchó pacientemente a la amable anciana que suplicó por su ayuda, ella le dijo que últimamente encontraba capullos de flores destruidos y que oía como alguien se arrastraba por el fondo de la tienda justo antes de cerrar, siempre a la misma hora.

Por su mente cruzaron circunstancias que pudiesen ser más lógicas que un espíritu con sed de venganza. Quizás un ratón o un gato, cualquiera de ellos pudo aprender de forma pavloviana la rutina de la mujer y entrar furtivamente durante la noche a atacar las peonías o cualquiera que fuese la planta que le apetecía roer.

Sin embargo, Reigen en su infortunio se encontró con un espectro de mala calaña, enojado y dispuesto a acabar con todo lo que estuviese en ese local, incluida la dueña de la tienda o con él y Serizawa ahora que los consideraba dos intrusos más.

El rubio intentó dialogar con él, pero el espíritu no cooperó, luego lanzó un "Salt Splash" justo a su cara ocasionando que su enfado se hiciera mucho mayor.

El esper que lo acompañaba no tuvo tiempo de correr y guarecer a su jefe con su cuerpo, así que cuando vió que aquella aparición estaba lista para ultimar a Reigen emitió un halo de energía púrpura y rosada que cubrió todo el interior de la florería.

Únicamente los floreros y macetas que estaban en el punto de impacto fueron afectados, por fortuna, nada se rompió más que los capullos de las flores que explotaron debido al exceso de poder espiritual que recibieron.

Por lo demás, el agua salió por inercia y terminó bañando al Reigen quién ahora permanecía en el suelo rodeado de una lluvia de pétalos, que de no ser por la situación, pudieron haber sido lo más romántico que le hubiese sucedido en su vida.

– Reigen – corrió Serizawa a inspeccionar que estaba bien.

El rubio que aún estaba algo aturdido miró como todo se disipaba, la caída de flores, la energía del castaño.

¿Siempre lucía tan bien?

Poco a poco los sonidos volvían a ser captados, dejando de lado el estruendo de la coalición de poder que terminó exorcizando a aquella presencia tan hostil.

Reigen se incorporó quedando sentado mientras su compañero de trabajo sostenía suavemente su espalda. El ceño de Serizawa estaba fruncido por la preocupación.

– Oh no – dijo el castaño notando un corte en la mejilla izquierda de su jefe – Te hice daño – y con el suave toque de su mano depositó una cálida caricia en la herida.

Cada uno de los poros de la piel de Reigen se abrieron al mismo tiempo, una especie de escalofrío subió por su espina dorsal y lo hizo tiritar.

– ¿Te duele? – preguntó con culpa en su voz – Lo siento, pero fue lo único que se me ocurrió hacer – Serizawa se disculpó, pero Arataka no entendía el porqué. De no haber reaccionado de esa forma, seguramente el ente le hubiera hecho algo más que un corte en la mejilla.