❤︎ Flufftober 2024 ˗ˏˋ MOB PSYCHO 100 ˎˊ˗ ❤︎

An angel whispers my name

NOTAS: ¿Kinktober? ¿Flufftober? Queremos ambos. 

IMPORTANTE: Si no te gusta el SMUT detenten en este punto. A parte de que soy  mala escribiéndolo, esta historia sólo se trata de eso. Pero si quieres darle una oportunidad a esta pobre aficionada y a su muy mala narración, puedes quedarte y pasar un rato agradable. 

SMUT, underage, gay  🔞

Digo, para que quede más claro. 

Día 10 del Flufftober 2024: Cumpleaños (era embarazo falso pero lo cambie /ᐠ˵- ⩊ -˵マ)

Ship: Shigeo&Reigen 

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Primero beso sus manos.

Recorriendo cada uno de sus dedos, les dio vuelta y colocó suaves toques de sus labios por los dorsos.

Luego las palmas, se detuvo frente a ellas, como si le dieran a beber agua.

Y es que lo único que podría contener su terrible sed era llenar de caricias y besos cada rincón de la piel de su tan amado rubio.

Arremolino sus dedos y subió y bajó apaciblemente por sus brazos.

Le quitó la corbata y ató suavemente sus muñecas.

Lo único que pudo hacer Reigen fue temblar de placer que toda esa sesión le causaba.

Trago la saliva que se acumulaba en su boca.

– Pareces impaciente – la voz suave y aterciopelada de Shigeo en su oreja izquierda lo hizo saltar.

La mezcla de sorpresa y de placer eran como un premio y un castigo, con los ojos vendados no podía adivinar el próximo movimiento y dificultaba leer las expresiones del rostro de su amante.

– Te estás tomando tu tiempo – contestó entre suspiros.

– Lo bueno lleva tiempo – arremetió el pelinegro elevando los brazos de Reigen sobre su cabeza.

Uno a uno desabotono la camisa rosada del cumpleañero.

– Me gusta como se ve este color, en ti – deposito una caricia con la lengua en cada uno de los pezones que adornaban su pecho – pero me gusta más cuando lo veo en tus mejillas –

Reigen se retorció.

Las caricias continuaron un rato más.

Shigeo se deshizo de todo lo que podría cubrir por debajo de la cintura a su pareja, e hizo lo propio con él mismo, porque pues, Reigen tenía las manos ocupadas.

Luego se sentó en la silla giratoria que se escondía detrás del escritorio, tantas veces deseo hacer eso que se sentía un poco irreal ahora que estaba sucediendo.

Usando la misma corbata que mantenía cautivo al rubio, lo acercó hacía él haciendo que se acomodará entre sus piernas, rodeo su cuello con las manos atadas de su maestro y puso lubricante en sus dedos para jugar un rato en la entrada del mayor.

Sus falanges salían y entraban acariciando cada rincón, y Shigeo se deleitaba con cada vibración que el cuerpo de Reigen soltaba en cuanto rozaba su próstata.

– Arataka~ – soltó al momento en el que le besaba el cuello.

– Shigeo~ – respondió el otro como si un rezo escapara de su garganta.

El pelinegro acomodo su falo entre los muslos del rubio y lentamente lo hizo bajar mientras ambos gemían en coordinación.

Luego los movimientos cada vez más rápidos, los dos buscaban llegar más profundo. Las respiraciones entrecortadas, los besos fatuos.

– Feliz cumpleaños, mi vida~ – tarareo Shigeo quitando la venda de los ojos de Reigen y él lo beso con paciencia y amor.

El pastel permanecía olvidado en la mesa de la recepción porque después de soplar aquellas velas que contaban 40, el rubio se dio cuenta por la mirada de su joven novio que aquel bizcocho de chocolate no era el postre ese 10 de octubre.

Indudablemente Shigeo iba con todas las intenciones de devorarlo solamente a él. 

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Si llegaste aquí, gracias ฅ≽^•⩊•^≼ฅ