Luna Roja

5

-¿Qué pasa?

-Nada, es solo que me recuerdas a mi hermana cuando era pequeña.

-M... ¿Gracias?... Creo.

-Bueno, suéltalo.

-No es tan fácil.

-Oye, puedes confiar en mi, soy una completa tumba.

-No se.

-Si no quieres que las personas como Samanta se burlen de ti, les tienes que hacer creer que no te importa, así no tienen como atacarte, yo soy un ejemplo.

-¿Tu?, Eres la persona mas popular.

-Tuve que subir muñeca, te propongo algo, te digo lo mas personal que tengo y tu te desahogas conmigo ¿Si?

-De acuerdo.

-Cuando entre al campus todos se burlaban de mi porque mis padres nos dejaron a mis hermanos y a mi en casa, yo vivía solo con ellos, trabajaba todo en tiempo y estudia en la noche, un día ellos...- le estaba temblando la voz- ...se fueron, dejaron una carta que decía que no me preocupara por ellos, se irían con una persona que los amara y les diera la atención necesaria, eso solo aumento las burlas, la rectora hablo conmigo y me ofreció hogar con ella, en pocos palabras me adopto, eso aumento aun mas las burlas, Jack mi hermanastro me dijo que para evitar que las personas se burlaran de mi necesitaba hacer como si no me doliera aunque así fuera, por eso te digo esto, que no te afecten sus palabras- se callo por unos segundos- bien, tu turno- valla perecía feliz.

-Ok... Solo te pediré que después de esto me mires igual y no cambies tu forma de ser conmigo ¿Estamos?

-Claro.

-Cuando nací tenia la peor familia del mundo, mis padres me hacían cosas horribles, mi hermana Eleonor era todo lo que tenia, cinco años después llego Tommy y el se convirtió en mi mundo, lo protegía de todo, un día Tommy se enfermo y se puso morado, llame a Eleonor y me empezó a gratar horrible, me golpeo, mis padres llegaron y mi padre se fue contra ella, sentí como mi corazón se destrozo cuando vio a Tommy muerto, la golpeo y violo, en mis narices, solo tenia cinco años ¡Cinco putos años! Gritar que se detuviera con todas mis fuerzas no basto para detenerlo, mi madre me saco de allí y me golpeo hasta que perdí la conciencia, desperté en un hospital, vi a una enfermera y me dijo que tenia una lesión grave en la cabeza, le pregunte por mis hermanos y me contesto que Ele estaba paralitica, el hijo de puta se la destrozó la columna completa, solo tenia diez años y no podía caminar, no podría correr, todo por mi putisima culpa, si hubiera dicho que fui yo, estaría ella feliz, casada, y no en un hospital y sin caminar, ella no quiso volver a verme, cuando le dieron de alta fui a verla, y me dijo que era una hija de perra, me odia desde ese día-las lágrimas corrían por mis mejillas como mares- Tommy solo tuvo un ataque de asma pero estaba bien, me fui con el a un orfanato, tres años después estaba jugando en un parque cerca de mi nuevo hogar- las lagrimas ya no eran presentes en mi rostro, al contrario tenia una sonrisa-una pareja, los Thomson se acerco y me dijeron que donde vivía, les dije que en el orfanato, una semana después Tommy y yo teníamos familia nueva, era la mejor familia, eramos muy felices, recuerdo que cada verano íbamos a ver a mis abuelos a México, en navidad íbamos a un pueblo hermoso donde montábamos a caballo, siete años después seguíamos felices pero algo cambio, no salíamos, no hacíamos nada, un día, entraron a nuestra casa unos señores de negro y me apuntaron con un arma, amenazar a mis padres y... y...-mis ojos se estaban llenando de agua- ellos solo se rieron y dijeron que ya terminaron de usar me como burro de carga para su puta droga, me podían matar, yo no valía nada para ellos, solo sentí el disparo en mi cráneo y volví al hospital, mi tío me recogió y me dijo que ellos se fueron y me dejaron con el, me habían dejado una carta que decía que siempre ese había sido su plan, el usarme, nunca me quisieron, mi pobre Tomas se quedaría con ellos, a el si lo querían, no sabes lo mucho que me duele todo esto, el recordar cada pareja que me tuvo, eso es mucho para mi, desde entonces lo único que busco es que las personas no se encariñen conmigo y que yo no me encariñe, porque siempre me abandonan, tengo miedo de que en cualquier momento vuelva a estar sola,no quiero volver a ver a mis padres, no sabes cuantas veces intente matarme, este mundo no es para mi, solo se que si me llego a enamorar me tengo que alejar, no quiero esta vida, solo quiero a mi hermano, hace ya dos años no le veo, casi es mi cumpleaños, lo único que quiero de regalo es ver a mi hermanito, quiero verlo crecer, quiero saber que es feliz, quiero saber que aun se acuerda de mi, solo quiero decirle lo mucho que lo amo y que solo... soló lo quiero a mi lado.

Me abrazo rápido, acarició mi pelo rizado y negro, cuando me relaje el me soltó.

-¿Estas mejor?- sus ojos reflejaban preocupación.

-Si, gracias.

-Eres mas fuerte de lo que aparentas.

-No soy para nada fuerte, lloro con cada recuerdo, con cada sueño, con cada marca que veo, me duele el saber que no puedo ser feliz, el no ver a las personas que amo, el ser usada, el que nadie me quiere, se que mi tío se quedo conmigo por compromiso, se que en cualquier momento me va a abandonar como han hecho todos, pero quiero que lo haga rápido, no quiero encariñarme con el, no quiero que lloren por mi cuando me valla porque eso seria una hipocresía, no están conmigo en las malas, en las buenas sobran.

-Tranquila, yo no te abandonare, hay algo en ti que no se, eres especial y no lo digo en lo personal, veo en ti ese brillo de especialidad que yo no siempre veo, veo a una niña lastimada pero fuerte ya que para contar algo que te duele necesitas mucha fuerza, y es que te han lastimado tanto que te has hecho una armadura para los daños.

-La fortaleza no tiene nada que ver, no tengo armaduras ¿Si?, tengo experiencias que me indican que tengo que hacer y eso haré, no soy especial, soy una rata como dijo Samanta, soy una cucaracha que no vale nada.

-No quiero volver a oírte que te insultes, eso solo me hace ver que no te amas y eso es algo que no permitiré, vales mucho, las que no valen nada son esos hijos de puta que te dañaron, esos si no merecen ni el amor de su madre, pero tu te mereces todo el cariño de una.

-No he tenido madre, no se a que te refieres.

-Es solo cuestión de tiempo.

-¿Perdón?

-No necesitas a una, solo necesitas sentirlo, se que algún día te casaras.

-No, yo no creo en el matrimonio.

-Deberías.

-¿Y por que?

-Solo deberías.

-Lo tendré en cuanta.

-Bueno, yo muero de hambre. ¿Que se te antoja? tengo palomitas, papas, galletas, nachos...

-¿Tienes algo natural?

Se puso a pensar y luego se paro- Si, ven.

Nos paramos y caminamos a un rió, me quede viéndolo un rato y después Sebastian me alzo y nos sumergimos los dos en un rió de agua caliente, no despegamos ni un momento nuestro cuerpos