Luna Roja

11

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Despegó su cara de la mía, me ofreció su brazo, lo tome y me aferre a el, caminamos hasta la pista, todos voltearon a vernos, no me gusta que me miren, agache la cara, esperando que dejaran de verme, mi acompañante me tomo la barbilla y levanto mi rostro, me miro preocupado, le mostré una pequeña sonrisa,

-No te avergüences. Eres hermosa. No prohibas al mundo ver lo que eres. Preciosa.

Le sonreí y el me la devolvió, soltó mi cara y empezamos a caminar, nos detuvimos frente a una mesa, nos sentamos, Jack beso mi  mano, la soltó y empezó a charlar con unos chicos muy animadamente, me desconecte por completo, me quede pensando en mi platica con Jack, que rara fue, en vez de aclararme dudas me dejo con mas.

-¿Es cierto?-pregunto una chica con pelo lacio y negro, piel blanca y ojos azules.

-¿Eh?-no entendí la pregunta-¿Me puedes repetir la pregunta?

Me regalo una sonrisa y me volvió a preguntar-¿Es cierto que se conocieron en su casa?

-Si-Sonreí al recordarlo-yo soy la tutora de su hermano Sebastian, fui para una clase y me lo tope.

-Que lindo.

-Lo fue.

-¿Te enamoraste de el al instante? ¿Ya sabias que era tu mate?

-Jen-Jack intento llamar su atención.

-¿Que sentiste? ¿Es como todos lo dicen? ¿Ya se comprometieron?

-Jen-esta vez lo dijo un poco mas fuerte.

-¿Se van a casar? ¿Hoy te trasformaras para sor solo uno? ¿Lista para esta noche? ¿Cuando es la boda?

-¡Jen!-creo que era imposible no oír ese grito-¡Cállate!

-¡¿Que?! ¡¿Boda?!-capte tarde

-¡Si, obvio!-me respondió Jen

-¿Con el?-señale a Jack.

-Si claro, son mates, deben casarse.

-¡¿Que?! ¡¿Mates?!

-¿No sabias?

-¡Jen!

Jack no soporto mas, tomo mi mano y me jalo, caminaba muy rápido, los zapatos estorbaban, no aguante mas, junte toda mi fuerza, me jale, me zafe de su agarre, era mucho, necesitaba pensar, mis ojos llenos de lágrimas se liberaron, el se volteó a verme, yo solo corrí muy rápido, me adentre al bosque,cuando no supe que hacer trepe un árbol grande, lo subí a una velocidad que es casi imposible, al llegar a casi la copa, en una rama bastante fuerte, me senté, podía oír como me llamaba pero no lo quería ver, tenia mucho que procesar. Mire el cielo, la luna partida en dos, me quede mirándola, mi mente estaba tranquila, así que empecemos, todo lo que siento por Sebastian no tiene futuro ya que según esto Jack es mi mate pero no estaba segura de que era lo que sentía realmente por el, mi cuerpo, mi corazón y mi alama no se sentían completos cuando estaba con el.
Con Sebastián todo es más simple, alegre, diferente y hermoso. Él me mostraba cosas que no sabía que eran simples, él me quiere y yo a él. Pero sé que no podré ser feliz con ninguno. Rules me lo enseñó. No puedo confiar en nadie con carita de niño bonito, la vida es más que eso, vi la ciencia como una forma de salir de toda la mierda que me rodeaba, escogí renunciar a amar y ser amada, sé que si fallo con esa promesa seré infeliz, si me enamoro sería renunciar a mi único y verdadero amor, el trabajo que realice por un año se fue a la mierda gracias a esos hermanos. Me tendré que ir. Empezar de cero, no quiero sufrir más, ya no.

Levante mi rostro y vi la luna. Era enorme pero no estaba llena. Me relaje lo mas posible con respiraciones.

Tome el pequeño anillo de plástico que me cuelga de la oreja derecha y sonrió al recordar el motivo por el cual aun lo conservo.

-Mira eso Ele. Ese anillo bonito blanco con la piedrita azul-dije apuntando el vitral de la joyería-quiero eso para mi cumpleaños.

-Anie... No me pidas eso. Sabes que no puedo.

-Pero Ele... Es mi cumpleaños. Quiero algo especial hoy.

-Hoy comerás carne. ¿Lo recuerdas?-me dijo con una sonrisa para que yo cediera.

-¡Cierto! ¡Hoy comemos carne y no pan!-dije con alegría - Hace mas de un año que no como carne. Se me ha olvidado su sabor-Ele esta triste con lo que dije. Una lágrima se le sale.

-Perdón Anie.

-¿Porque me pides perdón?

-Por no saber cuidarte bien. Por no Alimentarte como debo.

-Sigo viva ¿No?

-Por milagro. Si Mamá estuviera aquí se enojaría.

-¿Podemos ir a casa?

-Claro que si. Hoy cumples años ¿No?

-Si. Cumplo tres.

-Lo se pequeña-caminamos en silencio todo el trayecto, cuando llegamos a lo que alguna vez fue una preciosa casa. Corro a mi cama por mi muñeca. Amo mi muñeca, es como un bebe. Corro de nuevo con mi hermana y ella esta en la cocina con unos hombres de traje hablando.

-¿Ella es Anie?-pregunto un hombre alto y de pelo negro.

-Si. Es mi hermana pequeña-contesto Eleonor poniéndose delante de mi.

-Vengan con nosotros-volvió a hablar el hombre. Me da miedo.

-¿Porque?-pregunte.

-No deben estar solas en esta casa. Las llevaremos a una casa hogar.

-¿Nos dan hasta mañana para guardar todo?

-¿Que deben guardar?

-Esta casa es de mi madre. Me la dejo a mi. Quiero saber que nadie la tocara. Quiero guardar las cosas de valor. ¿Puedo?

-Claro. Mañana a primera hora vendremos por ustedes.

-Gracias.

Los hombres se van y mi hermana corre a hacerme de comer. La cena es silenciosa. Es incomodo. Ele se va y regresa con una pequeña tela.

-Es lo ultimo que tengo de mamá. Anie quiero que lo tengas tu. Si nos llegan a separar. Quiero saber que aun tendrás algo nuestro que te recuerde de donde vienes-no digo nada solo la abrazo. Amo a mi hermana y mucho.

Quito la tela y encuentro un anillo de plástico como el que me había gustado en la joyería.

-Es precioso Ele. Gracias-la abrazo y lloro en su hombro y ella en el mio.