Luna Roja

13

Cuando llegue al aeropuerto fui a la ventanilla para comprar mi boleto.

-Buenas tardes señorita. ¿Que destino a elegido?-dijo una mujer muy amable.

-Un boleto a París por favor-dije con voz serena.

-Tengo un vuelo en una hora-dijo viendo a la computadora- ¿Le parece bien?-me mira.

-¿Tiene otro mas cercano?-pregunte con esperanza.

-Tengo otro en veinte minutos-dijo mirando la computadora-¿Cree llegar?

-¿En donde abordo?-

-Ala dos A

-¿Donde queda?

-Aquí derecho-señalo el pasillo-primeras escaleras a la derecha.

-¿Que tan lleno va el vuelo?

-Es tan solo la mitad. ¿Quiere ese vuelo?

-Démelo-dije tendiéndole la tarjeta.

-Perfecto, este es su boleto-dijo dándome el papel con mi tarjeta.

Corrí por el pasillo, en cuanto llego me piden el equipaje, lo pesan y me dan un papel raro, seguí corriendo a donde abordare. Me senté en la sala, las lágrimas corrían por mis mejillas, dejare la poca vida que forme, no volveré a ver Rebe ni a Emily, mis amores. Todo.

-Pasajeros del vuelo 368 favor de abordar-dice una mujer por el altavoz.

Me levanto rápido y le entrego mi boleto, lo recibe y entro a la cabina para abordar. Busco mi asiento y me deposito en el. Mi celular vibra, veo el numero

Sebastian

No por favor. Mi llanto es mas constante. Veo por la ventanilla la pista para los aviones.

No lo hagas Anie

Otra vez esa voz en mi cabeza

Ya es tarde Jack

No me rechaces.

No quiero que te mentas en mis problemas. Lo hago por los dos

Nos destrozaras. Baja de ese avión ahora.

No puedo

Claro que puedes

No compliques  las cosas

¿Yo las complico? Tu subiste a ese avión.

¿Como sabes que estoy en un avión?

Estoy cerca de ti.

¡Aléjate!

No lo haré

¡Vete!

¡No te dejare Anie!

¡Pues yo a ti si! ¡No te puedes meter en mi vida! ¿No lo entiendes?

¡Entiendo que eres una cobarde!

Lo se.

Anie vuelve.

Es muy tarde

-Empezaremos el acenso, favor de abrochar sus cinturones-dijo el capitán desde el megáfono, abroche mi cinturón un poco ajustado -y apagar cualquier aparato electrónico como celulares, tabletas y computadoras-con el dolor en el corazón apague el celular en plena llamada de Sebastian.

Adiós Jack

Y me dormí, el cansancio y la tristeza no son la mejor combinación pero cuando estas roto por dentro. Suenan tan bien juntas que es tentador.
Por muy dormida que estuve no soñé con nada.

Una aeromoza me despierta.

-Hemos aterrizado señorita-me dijo en un francés bastante trabado.

-Gracias-le respondí rápidamente. Los idiomas siempre se me facilitaron por eso los dominó en su mayoría. Aprendí el frances, alemán y español cuando vivía con los Thomson.
Salí del avión y fui a la sala para recoger mi equipaje.
Salgo con calma y respiro el aire. Es tan fresco. Tomo un taxi.

-Buenos días señorita. ¿A dónde nos dirigimos?-me pregunta el taxista mirando por en retrovisor

-A un hotel. El más bonito por favor.

-Claro.

En el trayecto no hablamos, es más no me acosaba de un detalle.

-Pero antes vamos a un banco por favor.

-Claro ¿A cuál?

Le dije el Banco y en menos de 10 minutos llegamos, me baje.

-Buenos días señorita, ¿Que se le ofrece?

-Hacer un retiro de esta tarjeta-le di mi tarjeta, en cuanto vio a qué nombre estaba la tarjeta me miró y después a su computadora.

-¿Cuanto desea retirar señorita Thomson?

-Quisiera hacer una transacción mínima-saque la tarjeta con la cuenta.

-Claro que si.

-Gracias.

-¿Me muestra su identificación?

-Creo que no es necesaria.

-Yo creo que si. Para lo que quiere hacer necesito una identifica.

-Esta bien, me entrega la tarjeta.

-No puedo hacerlo sin la identificación del titular de la tarjeta.

-Gracias por ser tan inutiles.

-Señorita ese lenguaje.

-Adiós- odio a este país y sus leyes de menores de veintiuno no hacen nada.

Salí- muy enojada y marque un numero en mi celular.

-Diga-un hombre de voz elegante contesto.

-Soy yo-le respondi

-No me puedes marcar y lo sabes.

-Creo que cuando llego a un país donde me recogen la tarjeta si puedo hacerlo.

-Desgraciada. Dime el nombre del banco.

-Ya la han de haber cancelado.

-¿Porque te fuiste?

-Porque quiero y puedo

-¿Porque no maduras? 

-No soy fruta

-Ya me hartaste. En veinte minutos te veo, te mando la dirección-no espero una respuesta y corto, en menos de dos minutos mi celular había recibido la dirección. 

Entre molesta al taxi, ¿Que se creía ese hombre para tratarme de esa manera?.

-¿Hizo lo que deseaba señorita?

-Necesito ir a esta dirección por favor-le mostré el celular.

-Esta cerca, en un momento estamos ahí.

El viaje fue extremadamente corto, o pensé que fuera tan cerca, la verdad no había leído.  Me baje lentamente y camine sobre la acera, casas lujosas y aun mas lujosas, aun recuerdo todo ese mundo. Llegue al numero del diablo 71642 la casa mas lujosa, grande y extravagante que había. toque el timbre dos veces, enseguida me abrio Julie.

-Si digame. ¿Que se le ofrece?

-Hola Julie. Vengo a ver al señor Thomson.

-Claro, pase- se abrió para que pasara, en cuanto puse un pie en la casa sentí el poder.

-De parte de quien.

-De América. La dueña de la casa.