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-¿Nunca dejas de decir idioteces?- Sebastian se estaba irritando.

-Ni que fuera tu, ¿No percibes el olor? Así también olía Meli

-¡Cierra la puta boca Rules!

-¿Es cierto? ¿Jack?- Seb tenia cierta decepción en su mirada al momento en que volteo a ver a su hermano.

-Ya entiendo... Tu te enamoraste de ella-me señalo, pero solo eso ya miraba a Seb- tu hermano no te lo a dicho, ¿Por qué no le has dicho Jack?

-¿Eso no tiene nada que ver? Ella no puede ser la mate de nadie

-Todo

-¡Cierra ese puto hocico tuyo! No te incumbe.

-Bien, pero recuerda, bosque- Jack no aguanto mas y se aventó contra el tal Rules, Seb me tomo y me cargo en su hombro.

-¡Bájame ahora!

-Ni loco- en ese momento corrió muy rápido, un recuerdo me invadió totalmente

-Ele... Me quiero subir a ese juego- apunte la montaña rusa

-Claro, vamos.

Caminamos hacia la montaña rusa, en la fila no paraba de abrazar a mi perro de peluche que tanto ame, Ele la había ganado en el tiro a botella y me lo había dado, Ele es muy linda, ¿Por qué si es mi hermana yo no soy linda? en la fila un hombre se volteo para vernos, Ele es muy valiente ya que se puso delante mio, el hombre es muy malo, su mirada es oscura, un niño como de la edad de Ele se puso atrás, es guapo, es un ángel, sus rasgos son de ángel.

-Ele...-jale ligeramente su vestido color perla, enseguida volteo a verme, pero fue error mio, el señor malo de adelante agarro a mi hermana, la puso en su hombro y empezó a correr- ¡Ele!- no soporte y corrí aun que fue en vano, el era muy rápido, pero el niño bonito de atrás de nosotras en la fila corrió mucho mas rápido y rescato a mi hermana, no logro ver bien que pasa, esto es raro, muy raro. Mi hermana y el niño bonito venían caminando hacia mi, hablaban alegres, llegaron y no prestaban atención, odio a ese niño carita bonita, me aleje de ellos para poder subirme a la montaña rusa que tanto quería probar, el señor malo me vio y me sonrió, ese hombre es muy malo, me da mucho miedo, me aferro a mi perrito, he perdido de vista a mi hermana, ella se veía muy feliz, amo a mi perro, el hombre malo no me quita los ojos de encima, odio que me miren, no me gusta llamar la atención.

-Hola muñequita- el hombre malo me esta hablando- ¿Te comieron la lengua los ratones?

-Mi hermana dice que no tengo que hablar con extraños

-pero si me hablas ya no seré un extraño.

-Pero no quiero hablarle.

-Ya lo estas haciendo preciosa.

-Ya no quiero.

-Bueno, pero para subirte a este juego necesitas a un adulto, yo te puedo ayudar.

-No se...

-Vamos, ya nos toca.

-Bueno- el se sentó a lado mio, en todo el juego el me miraba reir, no es tan malo como pensaba, nos toco bajarnos.

-¿Te gusto?

-¡Si!

-Quieres ir a otro juego, ¿Cómo a la de la botella?

-Claro- el me llevo al juego donde tienes que que meter los aros a las botellas, el gano, le dieron un gran oso de peluche.

-Ten, te lo regalo.

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora