Jimin siguió tocando su guitarra, las notas fluyendo con una suavidad melancólica que llenaba la habitación. La música era su escape, su refugio de un mundo donde sus sentimientos por Jungkook eran solo un secreto que guardaba con recelo. Mientras tocaba, su mente vagaba hacia los momentos que habían compartido, recordando cada risa, cada mirada, y cada gesto que había alimentado su amor no correspondido.
La noche se adentraba lentamente, y las sombras comenzaban a apoderarse de la habitación. Jimin dejó de tocar y se recostó en su cama, mirando el techo mientras reflexionaba sobre su vida. A veces se preguntaba si alguna vez sería capaz de confesarle a Jungkook lo que realmente sentía, pero la idea de perder su amistad lo aterraba. El temor a que su revelación pudiera arruinar lo que tenían era abrumador.
De repente, su teléfono vibró sobre la mesa de noche, sacándolo de sus pensamientos. Al mirar la pantalla, vio el nombre de Jungkook iluminado. Su corazón dio un salto, la emoción llenando su pecho mientras contestaba la llamada.
"Hola, Jungkook", dijo, tratando de sonar despreocupado.
"¿Qué estás haciendo?", preguntó Jungkook, su voz sonando animada al otro lado de la línea.
"Estaba tocando un poco", respondió Jimin, sintiendo un rubor en sus mejillas. "Solo algo para relajarme".
"Siempre te envidiaré por eso. Tienes un don, sabes", dijo Jungkook, haciéndolo sentir más ligero. "Estoy en casa ahora, y pensé en ti. ¿Quieres que pase un rato más tarde? Podríamos ver una película o algo".
Jimin sintió que su corazón se aceleraba. "Claro, suena bien. ¿A qué hora quieres venir?".
"¿Te parece bien en una hora? Estoy casi listo", respondió Jungkook. Jimin pudo escuchar el sonido de Jungkook moviéndose por su casa, la familiaridad de su voz llenando el espacio.
"Sí, está bien. Te espero", contestó Jimin, intentando mantener la calma.
Cuando la llamada terminó, Jimin se levantó de la cama, la adrenalina corriendo por sus venas. Había algo especial en la idea de que Jungkook viniera de nuevo. Era como si cada visita representara una nueva oportunidad para conocerlo mejor, aunque el temor siempre estuviera presente, recordándole que no podía cruzar la línea entre la amistad y el amor.
Se apresuró a limpiar un poco su habitación, organizando los libros y asegurándose de que todo estuviera en orden. Quería que Jungkook se sintiera cómodo, y quizás, solo quizás, que viera algo más en él. Se sentó en el borde de la cama, nervioso, mientras la hora se deslizaba lentamente. Cada segundo parecía una eternidad.
Finalmente, escuchó el timbre de la puerta. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba a abrir. Al abrir la puerta, se encontró con Jungkook de pie, sosteniendo una caja de pizza con una gran sonrisa en su rostro. "¡Sorpresa! Traje cena", exclamó.
"¡No esperaba eso!", dijo Jimin, sintiendo que la sorpresa lo llenaba de felicidad. "¡Gracias!".
"Lo menos que puedo hacer por mi mejor amigo", respondió Jungkook, entrando en la habitación y colocando la caja sobre la mesa. "Pensé que deberíamos tener una noche de película épica".
"Eso suena genial", dijo Jimin, sintiéndose agradecido. Se sentaron juntos en el sofá, abriendo la caja de pizza y sirviendo algunas porciones en platos.
"¿Cuál película vamos a ver?", preguntó Jungkook, tomando un trozo de pizza y dando un mordisco. "Espero que no sea otra de esas románticas cursis".
"¡Oye! Esas son buenas", protestó Jimin con una sonrisa. "Pero puedo elegir algo más emocionante si quieres".
"Vamos con acción. Necesitamos algo de adrenalina", sugirió Jungkook, mientras Jimin buscaba en su colección de películas.
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Secretos del Corazón
FanfictionJimin y Jungkook han sido inseparables desde siempre, un omega y un alfa unidos por una amistad profunda. Sin embargo, Jimin oculta un secreto: está enamorado de Jungkook. Aunque le duele, ha aprendido a vivir con su amor no correspondido, convencid...