Secretos del Corazón

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Después de un rato más de conversación, Jimin se despidió de Taehyung y decidió regresar a casa. Agradecía la charla, aunque sabía que el consejo de ser honesto con Jungkook era un desafío para el que aún no se sentía listo. Los pensamientos seguían dando vueltas en su mente mientras caminaba, cuestionándose si algún día podría reunir el valor para confesarle a Jungkook lo que realmente sentía.

Al llegar a su cuarto, se recostó en su cama y miró el techo, buscando algo de claridad. Era agotador vivir con esa dualidad constante: el deseo de ser más que un amigo y el miedo a arruinar su amistad. Aunque agradecía poder desahogarse con Taehyung, la realidad seguía siendo igual de complicada.

Mientras intentaba relajarse, su teléfono vibró y vio un mensaje de Jungkook.

Jungkook: ¿Estás despierto?

Jimin sintió un ligero cosquilleo al ver el mensaje. Sin pensar demasiado, le respondió rápidamente.

Jimin: Sí, ¿qué pasa?

Jungkook: Solo quería ver cómo estabas. Parecías un poco raro hoy en la escuela.

Jimin sonrió, a la vez que sintió una punzada de culpabilidad. Era típico de Jungkook notarlo todo. Con un suspiro, decidió que tenía que poner una máscara de tranquilidad.

Jimin: Todo bien, solo estaba cansado.

Jungkook: Bueno, descansa entonces, amigo. Nos vemos mañana.

Jimin: Claro, gracias, Kook.

Colocó el teléfono a un lado, sintiéndose atrapado. La conversación era simple, pero para Jimin estaba llena de un significado profundo, una conexión que Jungkook probablemente nunca entendería. Sabía que tenía que aprender a lidiar con sus emociones, pero en ese momento, el único alivio que encontraba era escribir.

Encendió su laptop y comenzó a escribir en su cuenta secreta de Twitter. Esa cuenta era su espacio seguro, un lugar donde podía expresar sus pensamientos más íntimos sin miedo a ser juzgado.

@ConfesionesSecretas: ¿Alguna vez han querido decirle a alguien cuánto lo aman, pero no pueden? A veces, el amor es tan intenso que duele en el silencio.

Apenas publicó el tweet, sintió una mezcla de alivio y tristeza. Era su manera de gritar al mundo lo que sentía sin que nadie, ni siquiera Jungkook, se enterara. Era un secreto escondido en palabras, un escape para las emociones que no podía expresar en persona.

Sin embargo, su corazón latía con fuerza cada vez que imaginaba qué pasaría si Jungkook descubriera aquella cuenta. La idea lo aterraba y, al mismo tiempo, lo intrigaba. Quizás, en algún lugar en el fondo de su mente, una parte de él deseaba que Jungkook lo encontrara y supiera lo que realmente sentía.

Esa noche, Jimin se quedó dormido mientras pensaba en Jungkook, su mente llena de sueños y de lo que jamás se atrevería a decir en voz alta.

...

El sábado por la tarde, Jimin se preparaba para pasar el día con Jungkook, algo que siempre esperaba con ansias. Desde la charla que tuvo con Taehyung en el parque, había tratado de mantener sus sentimientos bajo control, pero cada vez que veía a Jungkook, esos sentimientos parecían fortalecerse.