Nate
—Nate. Nate.
Escuchaba la voz de Seth a lo lejos. Muy, muy lejos.
—Nate —me removí —. ¡Nathaniel Tobias! —me gritó y solo así desperté de golpe.
—No grites —le dije. Me llevé las manos a la cabeza —. Me duele la cabeza.
—Quien te manda a beber tanto —solté mi cabeza y lo miré. Se encontraba frente a mí de cuclillas.
—¿Qué quieres?
—La encontramos —informó. Me costó unos segundos procesar lo que dijo. Parpadeé y lo miré de nuevo. Después miré a Everett que tenía dibujaba una gran sonrisa en el rostro.
—¿Qué?
—La encontramos. Ya sabemos donde está —se levantó y le quitó a Everett la laptop. Me mostró la pantalla y apenas podía enfocar lo que tenía frente a mí. Me froté los ojos y miré la pantalla. Era un mapa de Canadá donde marcaba el lugar exacto donde tenían a Vanya —. Está en Canadá...
—Muy lejos de la ciudad principal —lo interrumpió Everett.
—Fue complicado encontrarla, porque están muy lejos de la civilización —dejó la laptop y puso sus manos en mis mejillas —. La encontramos e iremos por ella.
—¿Le vas a avisar a Cami? —soltó mis mejillas y su sonrisa desapareció de golpe —. Es su mejor amiga —le recordé.
—Lo sé. No quisiera avisarle, pero tengo que hacerlo. Ambas me van a matar si no lo hago —bufó. Se levantó y cogió su celular —. Tú también vas con nosotros —le informó a Everett. Compartimos una mirada.
—No tengo nada que hacer —le dijo —. Puedes disponer de mi tiempo cuando quieras —se levantó para coger su mochila.
Seth no le dijo nada. Marcó el número de Cami y esperó que ella le respondiera.
—¿Qué haces? —puso el altavoz para que la escucháramos.
—Qué te importa —respondió ella de mala gana. Seth se rio por cómo le contestaba —. ¿Qué quieres?
—Tienes que venir. Es urgente.
—¿Y si no quiero?
—Entonces no te voy a decir lo que encontramos y te vas a quedar con la duda toda tu perra vida. ¿Qué dices? —Cami bufó del otro lado de la línea.
—De acuerdo. Nos vemos más tarde.
—No demores o ya no me vas a encontrar en mi casa.
—Hijo de p...—y colgó.
—Tenemos que prepararnos para lo que podamos encontrar en ese lugar.
—Tengo una vista mejor de aquel sitio —me moví para mirar la pantalla. Everett nos mostró el lugar y se trataba de una cabaña de dos pisos. No había nada más al rededor —. Esto es de ayer —señaló la imagen donde se veía una camioneta 4x4 todoterreno —. Y esta imagen es de hoy por la mañana —las imágenes no cambiaban mucho, solo que en una la nieve era más abundante que en la otra, pero de ahí en fuera no había mucha diferencia.
—Listo —habló Seth mirándonos —. No sabemos lo que nos vamos a encontrar en ese sitio y lo mejor será llevar refuerzos. No me quiero encontrar con una sorpresa —se dirigió a Everett —. Tú vas a monitorear en todo momento y tú —ahora se dirigió a mí.
—Yo voy contigo, ni creas que me voy a quedar aquí esperando —le advertí. Seth dejó salir una larga exhalación.
—Vas a ir conmigo, pero vas a hacer todo lo que te diga —asentí —. No te vas a hacer el héroe y no vas a desobedecer porque eso nos puede costar caro —recalcó serio.
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Letal. +21. (EN PROCESO)
RomanceNueva versión del libro Bendito Infierno. "Todos llevamos un infierno dentro"