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¿Saben lo peor de tener una familia que controla todo? Que no te permiten ni hacer el mínimo comentario sobre lo que verdaderamente piensas, tener siempre que hallar las palabras correctas antes de abrir la boca y analizar cada situación como si fueras el maldito Einstein, digo no estaría mal serlo, pero a los 18 años solo piensas en Bon Jovi y su nuevo peinado. Pero ese no sería mi caso, ahora yo me encontraba pensando en salirme de casa con lo que se suponía que era mi novio. Muchos dirían "Pero si solo es una chiquilla, no puede tomar una decisión por sí misma" ó "¿Por amor? Esto es un capricho" tal vez si fuera en parte por Step, pero más tenía que ver conmigo misma. Se creía que yo tenía una vida "perfecta", claro, perfectamente material, sin embargo ¿Qué hay de mis malditos sentimientos? ¿Del que se suponía que era amor de padres? Creo que viví el suficiente tiempo y la única vez que escuche un "te quiero" de parte de mamá fue cuando me caí de las escaleras, y en cuanto a papá, él solo vivía para su trabajo. Y me mantuvieron encerrada como si fuera un jodido conejillo de indias. Jamás asistí a un baile ¿Por qué? Porque según mis padres eso está clasificado como "diversión fuera del rango social" ellos siempre preocupados en lo que los demás piensan y nunca hallaban un espacio para mí en su mente.

-¡Hailey!-grito mamá desde la parte baja de la casa-¡Hailey!

Hailey. Mi nombre estaba ya tan desgastado que pronto necesitaría otro.
Me dirigí hacía el comedor donde se encontraban mis padres en sus respectivos lugares. Ambos perfectamente elegante como si fueran a asistir a los condenados Grammy's. Tomé lugar.

-Tu cabello se encuentra peor que nunca-criticó mi madre luego de unos minutos, algo típico en ella.

-Tal vez hoy no deseé aplicarle un químico que lo hará lucir bien-respondí sin prestarle atención.

Mamá levantó la vista de su plato y me miró fijamente mientras limpiaba sus labios carmesí con una servilleta.

-No seas ridícula cariño, solo necesitas un cepillado.

-¿Para lucir como tú? No, gracias-respondí aun si mirarla.

Pude sentir como mi madre pedía ayuda a mi padre mediante miradas.

-Hailey no respondas a tu madre-habló papá.

-¿Por qué no papá? ¿Si lo hago me castigará? ¿Me mantendrá en mi habitación por toda la vida?-pregunté cínica y lo miré- Por si no lo sabían lo único que hago es estar en mi habitación evitando toda su mierda.

Mamá me miró como si tuviera un gusano saliendo por mi nariz. Aún así solo suspiró.

-Que modales, yo no te crié de esa manera-respondió mamá calmada.

Estaba harta. Harta de que me traten como a una muñeca. Harta de que mamá se muestre calmada aunque por dentro solo quiere lanzarme el cuchillo en el ojo. Harta de que mi padre sea su marioneta. Harta de tener que soportar la misma estupidez día a día.
Me levanté de la silla y los miré a ambos.

-¡Tu no me criaste!-estallé lanzando la servilleta que tenía en la mano-. Nunca estuviste para mí, siempre me dejabas sola o con alguna otra persona porque estuviste demasiado ocupada en lograr que todos nos vieran como una familia "perfecta" o que a ti te vean como un maldito ejemplo, pero ¿sabes qué mamá? Tu no eres la jodida mujer maravilla.

Mamá estaba atónita, con los labios perfectamente rojos y abiertos, ella desvío la mirada a mi padre en busca de ayuda. Lo miré.

-Y tu papá-continúe. Irónica-, jamás me diste una infancia como los otros niños-contuve las lágrimas-. El único recuerdo que tengo contigo fuera de éste comedor es cuando me echaste de tu oficina solo porque te di un abrazo.

Ahora ambos se miraban buscando respuestas, así era como yo me sentía cuando me encontraba sola, llorando por no tener una familia "afectuosa" como las que tenían mis compañeros de clase.

-Hemos sido así porque queríamos darte todo lo mejor-respondió papá más calmado-. Si no nos mantuviéramos en el trabajo tu probablemente vivirías como aquel joven que repara los utensilios, ¿cómo se llamaba? Ah, claro Stephen.

-Sí, cariño-mamá siguió con papá-. Pobre chico, él tendría un futuro si no viniera de aquella familia de incapaces.

Y eso fue lo que bastó para que la furia se apoderará de mí.

-¿Sabes algo mamá?-pronuncié lo último con énfasis-. A mi me encantaría vivir con esos "incapaces" porque ellos no te causan náuseas con un horrible maquillaje para cubrir sus arrugas.

Siente la indirecta querida madre. Ella odiaba que la comparasen y menos que se burlen de su aspecto.
Mamá se levantó y seguido de ella papá también.

-¡Pues deberías irte a vivir con ellos! Eres una chiquilla estúpida, siempre estás causando problemas ¿Por qué no puedes ser más útil? Creí que al tener una hija ella me ayudaría en las compras, en la cocina, pero lo único que tú haces es ser inútil, no sirves para nada- gritó mamá.

-Vete a tu habitación-me ordenó papá ya cansado de todo esto.

Y me dirigí a mi habitación tal como me ordenó papá.
¿Por qué la mayoría de los padres están tan empeñados en hacer que sus hijos se sientan inútiles? Mis padres nunca podrían entender como me siento.
Ahora me encontraba en mi habitación llorando como una niña pequeña y metiendo ropa y otras cosas a un bolso. Tomé una hoja en blanco y anoté algo en ella, la dejé en la cama para luego guardar todo el dinero que tenía guardado.

-Adiós mamá y papá-susurré para luego salir por la ventana.
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Algo corto y dramático, lo sé. Bueno, dejen sus hermosos votos y comentarios<3 que yo estoy muy agradecida con cada persona que lee esto <3
Pronto subiré otro capítulo<3

-ItsN_Zelada.

Más allá de un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora