Cambiando el pasado, Pet.

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—¿Y ______? — Lucy miraba el abrigo de la muchacha en la mano de su hermano, mientras que temblaba, sin saber si de frío o miedo.

—¡_______! — comenzaron a gritar las chicas buscando a su amiga entre el arroyo que se veía cada vez más turbulento.

Peter también la buscaba con la mirada, desesperado al no verla, cuando vio como una mano salió del agua pero rápidamente se hundió de nuevo.

—¡Peter! — lo llamaron al verlo saltar al agua de nuevo, Peter salió a la superficie encontrándose con ella que trató de salir de nuevo pero el agua la jalaba al fondo.

Por otro lado la chica sentía como su nariz ardía del agua que entraba en ella, además de que ya había tragado más agua de lo que debería, sus piernas comenzaron a acalambrarse por el frío y sus manos dolían.

Como pudo llegó a la orilla, sin esperar que los lobos estaba ahí listos para atacarla, así que tuvo que soltarse de nuevo, sintiendo como las rocas le raspaban la piel.

Sin más, esperando su final, ya que por más que tratara de mantenerse a flote no lo conseguía.

Sintió como jalaban su brazo con fuerza, dejándola confundía al encontrarse con la cabellera rubia se su amigo al salir. Él rápidamente la dejó caer en la nieve antes de él salir del agua, se acercó a ella sintiendo como por fin pudo respirar tranquilamente al verla ahí, con sus ojos abiertos y aunque el verla comenzar a vomitar agua lo preocupó.

—________ — él tocó su espalda con cuidado acariciándola, prefiriendo que pase eso a que se quede con toda esa agua dentro — ¿Estás mejor? — ella asintió respirando agitada, su garganta y pecho dolían por la fuerza que había hecho.

—_______ — hablaron las hermana llegando a ella asustadas, tomando el rostro la chica para verla y abrazarla de inmediato. — ¿tienes frío? — preguntó Susan al verla temblar con sus labios morados, Peter rápidamente se quitó su abrigo para colocárselo y los castores veían desde lejos esa escena.

—Iré a preparar una fogata. — las hermanas del chico lo miraron, por su manera de caminar, sabían que seguía molesto con la chica, pero aún así le dejó su abrigo para ella.

Las tres chicas lo miraron apartarse molesto, sintiéndose en poco confundidas por la actitud del chico.

Habían pasado unas horas, y la noche comenzó a ser cada vez más fría, todos estaban dentro de una cueva que habían encontrado antes del anochecer y se habían refugiado en ella, las hermanas dormían al igual que los castores, mientras que ________ y Peter estaban sentados teniendo el fuego entre ellos.

No se miraban, no se hablaban, solo estaban ahí y sabían que el otro estaba despierto. Peter la miró disimuladamente al verla apretar las pieles del abrigo, aunque la nieve comenzaba a bajar seguía haciendo frío y sabía que a ella le afectaba mucho.

Él miró el fuego de nuevo, estaba molesto con ella, en realidad ya no lo estaba, pero hace unas horas lo había estado, la miró de nuevo el como sus labios tintineaban y estaban algo morados por el frío.

—Gracias por ayudarme — dijo con voz cansada, el eco de la cueva lo hacía sentir tan lejano a ella — creí que me ahogaría.

—No iba a dejar que eso pasara.

—Lo se — abrazó aún más con fuerza su abrigo — pero creí que estabas muy molesto.

—Lo estoy — ella asintió y él se sintió un idiota, en realidad ya no lo estaba, pero ella no se disculpaba.

—Oh — acercó más sus pies al fuego y miró al chico — y estás esperando a que me disculpe, no lo haré, no dije ni hice nada malo y nada que no crea correcto — Peter la miró y asintió levantándose de su lugar. — Pet — él no respondió y solo salió del lugar.

Qué mala idea había sido, el frío lo hacía querer volver pero no lo haría, no por un rato, ¿Porque le dijo eso? ¿Porque siempre defendía a Edmund? ¿Acaso él no es importante para ella?

—¿Vas a esperar a congelarte? — él se giró a mirar a su amiga y ella solo se puso de pie junto a él mirando lo que sea que se pudiera en la oscuridad — vuelve, deberías dormir.

—No tengo sueño.

En realidad si.

—¿Estás seguro? Pareces cansado.

—Estoy bien. — respondió tajante.

No.

—Como quieras — ella se acercó un poco más a él aún sin mirarlo a la cara, él la miraba hacia abajo tratando de pensar en lo que ella pensaba, era tan asfixiante no poder estar bien con ella — no va a solucionarse nada si solo te quedas mirándome. — él desvió la mirada y a otro lado y ella lo miró — vamos Pete. — él la ignoró sentándose sobre unas rocas que estaban junto a ellos — no voy a rogarte mucho, solo entra.

—Haré guardia. — ella suspiró acercándose a él para mirarlo algo molesta — ¿qué?

—¿Qué ocurre contigo?

—Nada — en realidad si — ya entendí lo que me dijiste — y eso me molesta mucho — respeto tu decisión — pero ¿porque tiene que ser así? — si no vas a disculparte, todo está bien. — no, no lo está.

—Bien.

—Bien — respondió de vuelta.

—Creí que habíamos estado haciendo las cosas bien — soltó después de un rato sin decir nada.

—Si crees que escondernos por ahí y besarnos es hacer las cosas bien, no se si estás en lo correcto — _____ lo miró, él había estado de acuerdo con ello, ¿qué pasó ahora que estaba tan molesto?

—¿Te molesta? Dímelo y dejamos de hacerlo.

No, por favor no.

Peter ni siquiera la miró, pero en su mente rogaba por que ella no lo esté diciendo enserio, hasta que sintió los pies de ella chocando con los suyos.

—¿Eso quieres? — él no la miró, pero ella sabía que tenía su total y absoluta atención — puedo hacerlo Pete — las piernas de ambos ahora se tocaban brindándoles un poco del calor que necesitaban — si no dices nada lo tomaré como un si — ella se acercó un poco más hasta tener una pierna de las del chico entre las suyas — vamos, te estoy rogando Pevensie.

—Ya te tocaba, yo soy el que siempre lo hace — _____ sonrió un poco al escucharlo, él levantó la mirada y correspondió a su sonrisa.

—¿Y no vale la pena?

—Cada beso tuyo lo vale — eso logró hacerla sonrojarse y tener una sonrisa enorme, la tensión se esfumó de un momento a otro y ahora ambos solo se miraban con cariño — lamento comportarme así.

—Lo sé, solo estás celoso — la boca de Peter se abrió ofendido, pero ella rápidamente se sentó sobre su pierna acercándose más a él — y me encanta — pasó sus manos sobre sus hombros y los acarició con cariño — me encantas Pete, aunque seas un testarudo.

—Solo bésame, por favor — ella sonrió de nuevo acercándose un poco más a él, esta vez era un beso distinto, no se preocupaban su los veían y no se sentían nerviosos, solo eran ellos dos, disfrutaron del amor que tenían por el otro.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2024 ⏰

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𝑶𝑵𝑬 𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 - 𝑬𝒅𝒎𝒖𝒏𝒅 𝑷𝒆𝒗𝒆𝒏𝒔𝒊𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora