LVII

29 13 12
                                    


 Recordé mi nombre. Lo encontré escrito en un viejo poema que te escribí cuando me enseñaste a hacerlo. Fue mi primera creación literaria, una de las únicas en realidad. Redacté los versos en quién sabe cuál de tus ausencias y te clamé mi eterna devoción.

La caligrafía era insegura, pero cuidada. Mi mano tenía todavía sus cinco dedos y podía sostener mejor la pluma.

Eres mi estrella y mi guiá,
la dueña de mis fantasías,
el faro al que me aproximo
cuando mi barco pierde el camino.

Así comenzaba. No pude leer más. La ingenuidad de esas palabras desataron mi ira y necesité destrozar el manuscrito. Solo rescaté la firma con cariño. Saboreé el nombre entre mis labios y lo susurré. Se sintió falso, ajeno. Al mismo tiempo, supe que me perteneció hasta que te conocí.

Lo he recuperado y, con ello, también recobré una parte de mí misma que trataste de arrebatarme. Por primera vez, te vencí.

:・゚✧:・.☽˚。・゚✧:・.:

¿Cómo creen que se llama? 

Siempre soñé con matarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora