Lua seguía con su viaje habiendo aprendido mucho en el desierto y con unas ganas enormes de ver que era lo siguiente que la esperaba. Equipada con su mochila de valor y su linterna de comprensión, la valiente pequeña continuaba por ese camino siguiendo los neumáticos de Resto.
Mientras exploraba a su alrededor, Lua notó a lo lejos una montaña imponente que emanaba una energía intensa. Ella sabia que Resto había ido por ahí, así que se acercó sin pensarlo tres veces para ver que podía ser. Mientras se acercaba más y más, Lua notaba como su temperatura interna subía constantemente y, una vez en la falda de esa montaña, descubrió que se trataba de un volcán.
El volcán, con su respiración profunda y humeante, le explicó a Lua que necesitaba erupcionar de vez en cuando. Si no lo hacía, su furia acumulada podría convertirse en una explosión descontrolada, lanzando rocas ardientes de ira por doquier y podrían dañar a muchas personas y lugares cercanos a él que no querría dañar.
Lua, con determinación, decidió ayudar al volcán a liberar su enfado de manera segura. Juntos, buscaron formas creativas de expresar y canalizar esa energía ardiente. Esa lava que nacía del interior de la montaña. Lua, junto al volcán, descubrió que al hablar sobre lo que la molestaba y encontrar soluciones, podía calmar sus llamas y hacer que la lava fluyera de una manera muy segura y limpia.
Finalmente, el volcán erupcionó, pero no con furia destructiva. En lugar de rocas ardientes, surgieron destellos de comprensión y humo de liberación. Lua comprendió que aceptar y expresar su enfado de manera consciente era fundamental para mantener un equilibrio para su viaje y le serviría para tener claros sus principios y que nadie pretenda destruirlos.
Lua pudo seguir su camino sobrecargada de valor y conocimiento sobre cualquier circunstancia que podría aparecerle. La seguridad en ella misma había crecido gigantescamente y ella sentía que podía con todo. Y, realmente, así era. Lua era una niña muy fuerte y muy capaz de cualquier cosa que se propusiera y este viaje le había hecho consciente de todo esto. Aunque, igualmente, Lua ha sido así de fuerte desde siempre.
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LA BRILLANTE AVENTURA DE LUA
FantasyEn el pequeño pueblo de Cielisa, donde cada sonrisa brillaba como una estrella en el vasto cielo nocturno, vivía una niña llamada Nausilia, conocida por todos como Lua. Su figura pequeña y su largo cabello negro parecían guardar un misterio, pero er...