divinidad y pecado : el amor imposible de alastor y lucifer

capitulo 62

El eco de las almas perdidas retumbaba en el hotel mientras Lucifer, de pie, contemplaba a Lilith. A pesar del tiempo y el dolor, al verla se sintió como si las 7 años , interminables, infinitas eras de ausencia se disolvieran en un instante.

—"Lilith..." —susurró, su voz cargada de emociones reprimidas.

—"Hola, Lucifer. Cuánto tiempo." —la sonrisa de Lilith iluminaba la penumbra del lugar.

Charlie, emocionada, se acercó con una chispa de alegría en sus ojos.

—"¡PAPA! ¡Mamá ha venido a visitarnos y dice que me va a ayudar!"

Lucifer descendió por las escaleras apresurado, acercándose a las dos mujeres que significaban tanto para él.

—"¿En serio? ¡Qué bueno!" —su tono era una mezcla de sorpresa y esperanza.

—"¿No te parece increíble que estemos todos juntos?" —dijo Charlie, mirando alternadamente a sus padres.

Lucifer sonrió con un asentimiento nervioso.

—"Jajaja, sí... sí."

Vaggie, con cuidado, se acercó a Charlie y le susurró.

—"Cariño, cálmate."

Charlie tomó la mano de Vaggie con ternura.

—"Sí... Cierto, mamá. Ella es Vaggie, es mi novia."

—"Hola, soy Lilith." —Lilith se presentó con un gesto gentil, sorprendiéndola un poco, pero Vaggie la saludó con respeto, incómoda pero decidida.

La atmósfera se impregnaba de emoción. Charlie, radiante, miraba a su madre, como si fuera la primera vez que la conocía. Las lágrimas de felicidad llama entre todos, hasta que un sentimiento sombrío envolvió la habitación.

Desde las sombras, Alastor observaba la escena, su pecho se sentía apesadumbrado. ¿Por qué? Era un reencuentro familiar, un momento que debería ser celebración, pero sentía un inexplicable dolor en su interior.

Husk, otro demonio del hotel, supo que Alastor estaba perdiendo el control de sus emociones. Había algo extraño en la postura del demonio de la radio, la manera en que su sonrisa se desvanecía ante el cuadro familiar.

—"¿Te encuentras bien, maestro?" —preguntó Husk, recordando las veces que había visto a Alastor disfrutar de la desesperación de otros. Excitarse ante ese tipo de dolor. Pero hoy era diferente.

Alastor tragó saliva y recuperó su compostura, pero Husk no pudo evitar sentir respeto por el demonio que a menudo trataba a las almas con una atención inesperada.

—"Parece que tenemos una reunión familiar," —murmuró Alastor a sí mismo, aún en su papel de anfitrión. Pronto, Charlie empezó a presentar a los demás integrantes del hotel.

—"Y este es Alastor, el anfitrión."

Alastor, con su habitual elegancia, se inclinó levemente.

—"Un placer, Lilith." —dijo, como si todo lo que había pasado no importara.

Finalmente, Alastor dirigió a todos hacia el comedor.

—"Por favor, tomen el desayuno antes de que se enfríe."

Al instante, Lilith tomó asiento junto a Lucifer, que no podía dejar de mirarla. Sin embargo, Alastor se acercó a Charlie.

—"Lamento informarte que no estaré en el hotel por un tiempo. Tengo un asunto importante que discutir con Rosie."

Charlie frunció el ceño, deseando que pudiese acompañarlos, especialmente ahora que su madre estaba ahí para disfrutar del tiempo en familia, pero Alastor mantuvo su respuesta firme.