divinidad y pecado : el amor imposible de alastor y lucifer

capitulo 63

Las puertas de la oficina de Uriel se abrieron, mientras el ángel leía cuidadosamente los documentos sobre su escritorio. Fue entonces cuando Linden se acercó, expresando que Uriel había solicitado verlo.

"Señor Uriel, me dijeron que deseaba hablar conmigo", dijo Linden, con un tono respetuoso.

Uriel levantó la mirada de los papeles y observó a Linden con seriedad. "Sé muy bien de lo que sientes por Calipso y que deseas casarte con él", declaró, dejando los documentos a un lado y encarando a Linden. "Esa es la realidad, y no puedo impedir que sientas algo por él... pero lo que es peor", continuó Uriel en un tono más frío, "es que insistes en que Calipso recuerde, con la idea de que ambos se amarán mutuamente una vez que eso suceda".

Linden, visiblemente nervioso, respondió: "Señor Uriel, yo no he hecho nada para que usted piense eso. Durante mucho tiempo he tenido cuidado con eso... pero usted sabe que no puedo soportar ver cómo le digo la verdad y lastimo su inocente corazón. No puedo, pase lo que pase".

Uriel observó a Linden con detenimiento. "Entonces dime la verdad aquí y ahora... ¿por qué dices querer a Calipso, Linden?".

Linden, con algo de vergüenza, respondió: "Señor... perdone mi honestidad, pero aún creo que él, tanto como yo, podrían estar juntos de nuevo, como antes de aquel accidente. No puedo mirarlo con otros ojos".

Uriel asintió, comprendiendo. "Entiendo. Muchas gracias por tu honestidad, Linden. Puedes retirarte".

Linden se dirigía hacia la puerta cuando volteó a ver a Uriel. "Señor...".

"Linden, te dije que te fueras", interrumpió Uriel con firmeza.

Jofiel, quien había estado observando desde las cortinas, salió y se sentó frente a Uriel. "Uriel... ¿era realmente necesario escuchar cómo se siente ese muchacho y comprobar que nuestras conjeturas eran correctas?".

Uriel, con la mirada algo baja, dirigió su atención al retrato de Alastor. "Solo de esa forma podremos traer a Alastor de vuelta con nosotros... y no tener que soportar a ese mocoso. Además, ¿por qué tengo que aguantar a ese bastardo?".

Jofiel, con una sonrisa, le respondió: "Uriel, no entiendo por qué siempre te expresas tan mal de nuestro querido hermano Lucifer".

Uriel, con una voz molesta, contestó: "Porque no lo soporto. Es de lo peor".

"¿Por qué lo crees así?", preguntó Jofiel.

"Porque ese mocoso está intentando arrebatarme lo más valioso que he cuidado durante toda mi vida, Jofiel", reveló Uriel.

Mientras tanto, Linden se encontraba en su oficina, visiblemente frustrado después de su encuentro con Uriel. Fue entonces cuando escuchó que llamaban a la puerta. "Adelante", dijo.

Un ángel entró y le informó: "Señor, creo que todavía no se ha enterado de lo que ha sucedido. Al parecer, el señor Calipso ha comenzado el ritual de emparejamiento, y estas noticias ya fueron transmitidas a Miguel y a Gabriel".

Linden, confundido, preguntó: "¿Qué estás diciendo?".

El ángel, algo nervioso, le respondió: "Lo que le he dicho, señor. El señor Calipso ya ha iniciado el ritual de emparejamiento".

Linden salió apresurado de su oficina en dirección a las oficinas de Gabriel y Miguel, donde se encontraban. "Dile a los señores que vine a verlos", le indicó al guardia que estaba en la puerta.

El guardia le respondió: "Lo siento, pero en este momento están ocupados".

Uriel se acercó a Linden y le preguntó: "Linden, ¿qué estás haciendo aquí?".