divinidad y pecado : el amor imposible de alastor y lucifer

capitulo 7

"aaaahhhh.... como pude caer tan bajo otra ves ..." tocando sus labios con sus dedos , "no no no no..." sacudió la cabeza " será mejor que me bañe y prepare el desayuno de una ves " ingresando al baño para bañar.

"por dios  como es tan difícil  sacar todo esto dentro de mi aaaa...."  estando en la bañera intentando sacar el semen de lucifer "ha ya se  mi magia  eso me puede ayudar a ver que  conjuro será efectivo " , horas mas tarde  "no funciona  que ago. " alastor se estaba frustrando . 

mas tarde   alastor sale para cambiarse asiendo un pequeño golpe con el bastón en el piso cambiándose  de ropa rápidamente , asi que baja  por el ha censor para  ir para la cocina para cocinar el desayuno para los residentes antes que los demás se despiertan .

Alastor se encontraba en la cocina preparando el desayuno con maestría y destreza. Mientras el aroma del café recién hecho impregnaba el ambiente, Lucifer hizo su entrada elegantemente, deslizándose con gracia hasta quedar junto a Alastor. "Buenos días, querido Alastor. ¿Qué delicias estás preparando hoy?" Con una sonrisa traviesa, Lucifer comenzó a coquetear con Alastor, pero este, concentrado en sus tareas, no parecía prestarle atención.

Alastor sin apartar la mirada de la sartén "Lucifer, ¿puedes dejar de hacer tonterías? Estoy ocupado." Lucifer con tono juguetón "Oh, vamos, Alastor. Solo estoy tratando de alegrarte el día. Además, ¿no te gustaría ser mi esposo?" Ante las palabras de Lucifer, Alastor se detuvo en seco y lo miró con incredulidad.

Alastor entre risas "¡Idiota! ¿Es eso lo mejor que se te ocurre?"

Sin embargo, Lucifer, decidido y apasionado, no se amilanó y con un destello en los ojos y un gesto de su mano, hizo aparecer una hermosa rosa roja, como muestra de su afecto y determinación. Lucifer sosteniendo la ros "¿Qué dices, Alastor? Esta rosa es solo el comienzo. No me rendiré tan fácilmente."

Alastor, sorprendido por el gesto, miró la rosa con asombro, sin saber muy bien qué decir ante la insólita propuesta de Lucifer. Alastor contemplando la rosa "Estás loco, Lucifer. Eso nunca va a suceder  hasta podría  decir que eres un ¡Idiota!" exclamó Alastor entre risas, dándole la espalda a Lucifer para continuar con la preparación del desayuno.

Lucifer con determinación "Oh, Alastor, mi querido Alastor. No puedes negar que esta rosa es el símbolo de lo que siento por ti." Pese a sus palabras, Alastor seguía concentrado en su tarea, aunque un destello de curiosidad brillaba en sus ojos al ver la hermosa rosa roja que había aparecido mágicamente.

Alastor mirando la rosa con asombro  dando un suspiro largo  "aaahhh..Sabes que lo que sugieres es imposible, Lucifer. No juegues con sentimientos que no existen." Sin embargo, en el brillo de sus ojos se reflejaba una chispa de curiosidad y tal vez... ¿una pizca de expectativa? Alastor se sintió perturbado por las emociones encontradas que despertaba en él la actitud apasionada de Lucifer.

Antes de que Alastor pudiera decir algo más, Lucifer desapareció de la cocina con una sonrisa enigmática, envuelto en una luz dorada que llenó el ambiente de magia y misterio.  se quedó allí, contemplando la rosa en su mano, sintiendo una extraña mezcla de emociones que lo confundían en  una extraña mezcla de emociones que perturbaban su mente y su corazón.

Alastor, concentrado en la preparación del desayuno, terminó de cocinar con maestría mientras el aroma delicioso llenaba la cocina del Hotel Hazbin. Justo en ese momento, aparecieron los demás inquilinos, entre risas y buen humor, seguidos de cerca por Charlie y Vaggie.

Vaggie sonriendo se acerca siendo atraída por el aroma  "¡Qué delicioso huele todo, Alastor! Gracias por preparar el desayuno." Charlie también con  entusiasmada "¡Sí, se ve increíble! ¿Puedo ayudar en algo?"

Alastor, sorprendido por las muestras de agradecimiento y apoyo, asintió con una sonrisa ligera en los labios gentilmente "Por supuesto, queridas. Siéntense, por favor. El desayuno está listo."

Los inquilinos se acomodaron alrededor de la mesa, compartiendo anécdotas y risas, disfrutando de la comida preparada por Alastor. La atmósfera era cálida y acogedora, llena de camaradería y amistad.

Mientras compartían ese momento, Alastor notó la mirada curiosa de Lucifer desde un rincón de la habitación. Una mirada cargada de significado que le hizo preguntarse sobre las emociones que le habían invadido esa mañana.

Alastor decidió dejar de lado sus pensamientos y se unió a la conversación animada, disfrutando de la compañía de sus peculiares compañeros de hotel en ese día tan especial.