capitulo 64

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Lucifer, con el ceño fruncido, observaba cómo Linden se acercaba a Alastor. Intentaba mantener la calma, pero la ira crecía dentro de él al ver a ese intruso tan cerca de su pareja. Apresurándose, se dirigió hacia Alastor, ignorando los intentos de Uriel por detenerlo.

"¿Qué crees que estás haciendo?" Lucifer espetó, encarando a Linden de manera amenazante.

Alastor tomó la mano de Linden y lo miró con seriedad. "No empieces, Lucifer."

Linden, desafiante, respondió: "¿Qué te crees que eres? Solo estábamos hablando".

Lucifer lo miró con furia. "Pues ahora soy su pareja. ¿Te parece suficiente?"

Alastor intentó calmar a Lucifer. "Lucifer, espera."

Pero Lucifer no le hizo caso. "Tú calla, que estoy hablando con este infeliz".

Linden le devolvió la mirada con enojo. "Mira cuidado con lo que dices".

"¿Y si no, qué?" Lucifer desafió.

Alastor alejó a Linden de Lucifer y le dijo: "Linden, vete. Yo hablaré con él."

Linden miró a Lucifer con recelo, pero se dio la vuelta y se marchó.

Lucifer se volvió hacia Alastor, esperando una respuesta.

Alastor lo miró con frustración. "¿Qué te pasa? Te juro que..."

"¿Que tú qué, Alastor?" Lucifer lo interrumpió.

En ese momento, Uriel se acercó. "Lucifer, cuida bien de Alastor, ya que él es como  un sueño celestial".

Lucifer no entendió del todo, pero asintió. "Sí, lo sé".

Uriel sonrió, sabiendo que su mensaje había llegado a Lucifer. Alastor prefirió no dar más explicaciones.

en otro lado.

"Mmm... ¿Qué estás mirando, princesita?", preguntó Angel, acercándose a ella.

Charlie cerró el libro y le mostró el título. "Las sirenas", respondió.

Angel leyó el título y comentó: "Mmm... Recuerdo que estas criaturas son conocidas como mujeres bellas y como demonios..."

"¿Tú lo crees así?", cuestionó Charlie.

Angel se rascó la cabeza, algo dubitativo. "Princesa, estas criaturas no hay en el infierno", dijo.

Charlie negó con la cabeza. "No, pero hay algo parecido, aunque no son como lo cuentan aquí. Son diferentes... ¿No, mamá?", miró a Lilith, quien se encontraba junto a Vaggie.

"Sí, la verdad es que las sirenas que hablan en el libro son diferentes", confirmó Lilith.

Husk, que había escuchado la conversación, intervino: "¿Cómo que no son lo mismo?"

Charlie abrió el libro y mostró la imagen de la bella sirena. "Como ves en la ilustración, son hermosas. Según el libro, si una sirena te besa, te protege hasta morir ahogado", explicó mientras cerraba el libro.

Lilith interrumpió: "No del todo así. Es verdad que las sirenas son hermosas..."

"¿Lo has visto una vez, mamá?", preguntó Charlie, emocionada.

"Sí", respondió Lilith, con una expresión de nostalgia.

"¡Cómo quisiera conocer a una sirena!", exclamó Charlie, acariciando la tapa del libro.

Husk intervino: "Bueno, si es así como dice, pero cuando estaba vivo, se contaban muchas historias de marinos que decían que ellas atraían a los hombres al fondo del mar".

divinidad y pecado : el amor imposible de alastor y luciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora