ATLAS: SKYFALL (Rin Itoshi × OC) [Blue Lock]

destinado a desaparecer

- Entonces... Habéis elegido Inglaterra, muy buena elección, muy sensata. La tierra originaria del fútbol, donde todo se mide a un nivel muy alto y el público es exigente.- el holograma de Ego daba la bienvenida a los que se decidieron por cada estrato, los chicos miraban ilusionados.- Crearemos ese ambiente dentro de esta instalaciones, por eso he invitado a los mejores jugadores disponibles de cada país y crear una liga donde os juntaréis con esas estrellas para igualarlas o derrotarlas. De España tendremos el Barcelona, de Italia contamos con los Ubers, de Francia el PXG, de Alemania el Bastard y de Inglaterra el Atlas.

- Atlas... Ese no es...- comenzó el chico de pelo morado recogido en un moño alto, Reo Mikage.

- El club revolucionario que tiene en vela a todos los peces gordos de la FIFA. Personalmente me gusta mucho más que ninguno por eso mismo, tienen la mentalidad de Blue Lock, de ir contracorriente. La capitán será vuestra instructora, aunque sea menos famosa que Owen Käss, pienso que él es sólo un jugador que verdaderamente sólo trabaja bajo sus órdenes y entrenamiento.

- Owen Käss ganó el último mundial sub20 con su selección, es realmente bueno.- Reo le susurraba información a su amigo Nagi Seishiro. El peliblanco no tenía muchos conocimientos sobre jugadores de fútbol.

- Su nombre es Kendra Mirren, de los Mirren de Inglaterra.- Ego subió sus gafas que resbalaban por su nariz.

- ¿Los Mirren?- Reo y Chigiri abrían sus bocas.

- ¿Quiénes son ellos?- preguntaba Nagi.

- Los Mirren son una familia de futbolistas, creo que todos los hermanos están activos y juegan en los mejores clubs de Europa.- volvió a susurrar Reo y el chico asentía callado.- Sabía de Kendra Mirren, pero lo que no sabía es que venía de esa misma familia.

- Blue Lock estará plagado de Mirrens en esta nueva liga, yo en vuestro lugar, echaría un ojo por donde piso, es una familia peligrosa.- tentaba Ego.- El estrato de Inglaterra será encargado de combatir nombres como Marc Snuffy, Julian Loki, Lavinho y el jugador actualmente reconocido como el mejor del mundo, Noel Noa.

Los susurros se hacían presentes en la sala. Ya venían los arrepentimientos y preocupaciones, muchos jugadores no sabían si deberían haber escogido otro estrato y otros simplemente se horrorizaban por el simple hecho de tener que enfrentarse a todos esos genios futbolísticos.

- Como ya habréis podido notar, la selección japonesa sub20 con los que el Once de Blue Lock jugó el último partido, también participará y ya están asignados y repartidos como titulares.- seguía Ego.- Titulares de los próximos partidos que se celebrarán en cuanto toméis contacto con vuestros instructores y nuevos compañeros. Los encuentros serán al azar y todos los estratos tendrán la oportunidad de jugar contra todos, los partidos y los entrenamientos serán televisados y emitidos en directo, habrá un canal abierto las 24 horas para que el público pueda opinar y animar. Más detalles sobre las normas y calificaciones, se irán revelando sobre el transcurso de la liga.

- Esto es genial.- susurró Chigiri para sí, sonriente.

- Bueno os dejo con los que sujetan el cielo.- la imagen de Jimpachi Ego desapareció.

En la oscura estancia se encendieron unos focos y allí parados en la misma plataforma, ahora se encontraban los enviados del Atlas. Llevaban todos su icónica equipación, de un color azul marino muy oscuro, la camiseta con una línea en la mitad, que dividía ese azul de un degradado que iba desde amarillo fuerte abajo a un celeste más verdoso en la parte del pecho. El logo de Atlas era de letras futuristas, finas y afiladas en un rojo neón y las líneas del pantalón y mangas terminaban en su minimalista escudo del mismo color; una daga que simbolizaba la T del nombre, como si fuera un soporte, que aguantaba un tablero de juego inigualable. En la formación, Kendra Mirren estaba en el centro y a los lados Owen y Aby, a su vez seguidos de Jay, Kepa y Andrea, Lara, Mikaela, Marissa y Hyunsuk. Una cuenta atrás desde diez se vio en el suelo, donde los chicos se mantenían en pie. La mirada de la chica era penetrante, llevaba un balón bajo su brazo y pasó sus ojos por cada pupilo que tenía delante.

- Let's see what you got to offer.- tiró el balón a Nagi y este lo atrapó confuso.- Don't let the sky fall upon yourselves, my little silly creatures.

Bajó de la plataforma de un salto y pasando entre los chavales se dirigió a la puerta, el resto de su equipo la imitaba. La cuenta atrás empezó.

- ¿Qué ha dicho?- preguntó Nagi.

- "Veamos lo que tenéis para ofrecer. No dejéis que el cielo se caiga sobre vosotros, mis pequeñas y tontas criaturas."- traducía Reo a toda la sala.

- No sé ustedes, pero esto promete.- Chigiri se ataba los cordones mientras los números seguían descendiendo.

- Veamos si puedo superarme y superarles a ellos.- Reo sonreía y estiraba.- Quiero estar arriba de esa plataforma.

- Que empiece el entrenamiento.- asintió Nagi y cuando el 1 bajó al 0, todos los chicos arrancaron una carrera hasta la puerta llena de luz celestial.

Justo al salir de la sala se encontraban en el campo de entrenamiento y estaba preparado un circuito de pruebas físicas que casi no tenían tiempo para analizar. Atlas corrían ya alejados de ellos, habían atravesado ya las escaleras de sprinting y las peonzas de salto con equilibrio. Chigiri se fijó en una cabeza rosácea que lideraba todo su escuadrón seguido de la capitana. Sabía quién era, sería de patéticos no saber quién era el mejor velocista de Europa, unos de sus referentes, alguien que pasó de correr en maratones a ganar una Eurocopa con su país. Andrea Rossi ya terminaba otros dos puntos del recorrido y esperaba durante segundos que sus compañeros le alcanzaran en la meta. Después del juego de regateo con palos y el tiro de certeza, los chicos acabaron apoyándose en sus rodillas, sus corazones latían a una velocidad increíble ante esa prueba repentina y por la adrenalina. Mientras, los del Atlas los miraban como si nada. No habían sudado ni un poco, se veían radiantes sin tener que estar recuperando el aliento. "Eso es la calidad de un profesional", pensaba Reo. Lara tenía una caja e iba repartiendo los audífonos traductores a los chicos, sin soltar ni una palabra, la chica tímida incluso rehuía de los contactos visuales, sabía que todo el mundo le miraba el parche y estaba incómoda. Ahora todos llevaban esos micro-audífonos que hacían que cualquier idioma se tradujera a tiempo real en los tímpanos del oyente e incluso con una imitación de la voz real del hablante. Todos se lo colocaron, menos Owen que se oponía a usarlos por temas personales.

- Look at them... They are such newbies in this... They are wasting our time.- habló el moreno, cruzado de brazos.

- Si no te vas a poner el traductor no hables, pedazo de zopenco.- gruñía Aby.

- No le escuchéis, no lleva un buen día... Ni una buena semana, no suele ser así. También lo siento si os hemos asustado allí dentro, nos han obligado a hacer ese teatrillo dramático.- Kendra hablaba con una sonrisa.- Los japoneses os lo montáis genial por lo que veo, esto es increíble... Seamos increíbles juntos. Soy Kendra Mirren, podéis llamarme Ken, soy capitana, delantera, centrocampista y estratega, vuestra instructora de esta nueva etapa. Cualquier duda o pregunta, que no os de miedo.

Los nervios de los chicos aflojaron, no se veía nadie como la primera impresión que les dio o por lo que habían estado viendo cuando jugaba. Era alguien amable y sonreía mucho, igualmente sus ojos profundos transmitían algo de intranquilidad y desconfianza, con esas pupilas rasgadas, daba la impresión de que era el diablo disfrazado de ángel y se había dejado la parte más obvia por esconder.

- ¡Hola! Soy Kepa, ¡gracias por elegir el estrato de Inglaterra!- el sonriente chico daba la mano a todos los chicos.

- ¡¿Kepa Mirren?! Entonces eres...- Reo estaba confuso.

- Es mi hermana.- sonrió él.

- Ego nos ha dicho que tengamos cuidado con los Mirren...

- Espero que no con nosotros. Kepa y yo no mordemos, no puedo hablar por los otros cuatro.- decía Ken.

- ¿Cuatro?- Nagi no entendía nada.

- Son de familia numerosa, como sus ceros en el banco. Yo soy Andrea Rossi. Veo que no tengo ninguna competencia con estos mocosos.- el italiano se paseaba mirando a sus nuevos compañeros con los brazos en jarras y sonriendo. Miró de arriba abajo a Chigiri y este se sintió algo ofendido por los aires de superioridad.

- Yo soy Mikaela, pero la gente cercana puede llamarme Mika. Estas son Lara y Aby, nuestra rápida portera y mejor defensa, por aquí el actual depresivo y mejor goleador del país Owen y nuestro toro defensor, Jay.- la rubia presentó a los que sabía que no lo iban a hacer por su cuenta. Pasaba sus ojos por los chicos y brillaron cuando miró al alto de Nagi, fue como un flechazo.

- Yo soy Hyunsuk. Sé algo de japonés, así que si necesitáis alguna traducción, podéis preguntarme.- dijo el de pelo corto azul y ojos amarillos. Intimidaba con esos tatuajes en la cara y cuello, pero esa aura se borraba enseguida con su voz aguda y su elección de ponerse tiritas de animales adorables cada vez que se cortaba la cara en el afeitado.

- Y yo Marissa, hace nada salí de una lesión, no participaré mucho.- decía una pelirroja de pelo corto con cara de adolescente enfadada.

- Esa es nuestra verdadera emo, no este.- Mika se echó al hombro de Owen.

- Get the fuck off me.- le apartó la cara de mala gana. Estaba cansado de actuar así, pero no se iba a dar por vencido, seguía igual de cabezota.- I'm just stuck in this interlude called Blue Lock and it is already a pain in the ass...

Aby le agarró la cabeza y la bajó como haciéndole hacer una reverencia de perdón con mucha fuerza. Owen se quejaba y contra más hablaba, más lo doblaba hacia abajo la chica enfadada.

- Está diciendo que lo siente.- mintió Hyunsuk con una sonrisa incómoda.

- Bueno, el primer entrenamiento por esta mañana ha terminado, creo que han sido muchas emociones sólo en un rato.- siguió Ken ignorando el circo que tenía detrás.- Este campo está diseñado para medir vuestras habilidades físicas, así que, podéis volver aquí cuando lo requiráis y comprobar así vuestro crecimiento o para aseguraros de lo que tenéis que ir mejorando. Estos primeros días necesito que puláis vuestras habilidades, no sólo vuestros puntos fuertes, sino todo lo demás para ya entrar en temas de equipo más tarde. Os dejaré este tema más libre, pero lo dicho nos tenéis aquí para lo que sea.

Los chicos miraron a su alrededor, aquello iba a ser como una cita con el doctor que muchos querrían evitar, pero que era indispensable para cumplir sus objetivos.

- En Atlas nos saltamos muchas reglas. Creo que se nota a simple vista, pero nuestro juego esconde varios razonamientos que tampoco se asemejan al estilo de fútbol de nuestro país. El fútbol de Inglaterra está destinado a desaparecer, está demasiado anticuado y pasivo. Para qué tantas habilidades físicas, para qué tantas medidas y expectativas si después te vas a esconder nada más un imprevisto ocurra. Y los imprevistos son jugadores de otras naciones que están rompiendo con la mentalidad de lo que es correcto y lo que no. Hace 60 años que mi país no gana un título y se sigue mofando de selecciones como la vuestra por el simple prestigio de haber creado la base de lo que es ahora el deporte. Blue Lock pelea por hacerse un hueco entre las mejores selecciones del mundo, cree que Japón tiene lo que hay que tener y por eso concuerdo con sus creadores, porque yo estoy intentando hacer lo mismo. Quiero volver a traer la gloria a los míos y no me importará romper las directrices que tenga que romper para conseguirlo. Si lográis entender esta filosofía, encajaréis como un guante en este club y conseguiréis crecer, si por el contrario no sentís lo que pretendo hacer, os destruiré uno a uno sin piedad, así es el mundo del fútbol fuera de estas paredes de hormigón.

Habló sin parar y sin pestañear, haciendo que algunos empezaran a temblar, Reo y Chigiri tragaban saliva, y Nagi arrugaba su cara.

- ¿No crees que te has pasado?- Kepa sonreía para quitar la tensión y su hermana se asustó de sí misma, cambiando la cara.

- ¿Me he pasado?- dijo inocentemente y él asintió.- ¡Lo siento! No pretendo asustaros... Podéis retiraros si queréis... ¡Y bienvenidos al Atlas!- sonrió incómoda haciendo gestos rápidos con las manos.

- Menudo show va a ser cada partido, ya lo estoy deseando.- se reía Andrea retirándose el primero.