ATLAS: SKYFALL (Rin Itoshi × OC) [Blue Lock]

siguiendo patrones

Rin sólo había pisado aquel aeropuerto para despedir a su hermano el día que se marchó a España y ahora él, con un poco más de edad, también seguía ese camino. El sitio era grande, aunque él lo recordaba aún más inmenso por su poca estatura en ese entonces, había mucha gente, los japoneses aún tenían vacaciones y se iban de viaje. Notaba como algunas personas se paraban en la distancia a hacerle fotos, a él y a los equipos que esperaban para embarcar después de dejar las maletas y pasar las aduanas. Rin se sentaba solo en una esquina, sus compañeros se agrupaban para pasar sus últimos momentos juntos antes de separarse hasta quien sabe cuándo. Se levantó para deshacerse de la bufanda que ya le agobiaba un poco y para estirar las piernas, al parecer la nieve había retrasado algunos vuelos e impedía salir al suyo.

- ¡Itoshi!- le pareció escuchar algo y se quitó un auricular, mirando confuso a todos lados.- Estoy aquí. Sé que soy invisible en la cancha, pero fuera de ella llamo bastante la atención.

El chico se dio la vuelta, parando su música que lo tenía absorto en sus pensamientos. El pelirosa por supuesto que destacaba, pero igual se veía diferente, se veía como un modelo famoso, dándole la distinción típica de un millonario al resto de chicos de Blue Lock. Usaba gabardina azul marino larga y un chaleco de cuello alto en blanco, su pelo bicolor estaba peinado hacia atrás con gomina y usaba gafas de sol marrones para tapar sus ojos azules un poco cansados, quizás había estado pasando unas buenas vacaciones en el país. Y eso fue lo que desconcertó al menor, nadie más del Atlas quedaba ya en Japón, tras la partida del club en Blue Lock y su inminente disolución, los jugadores ya no tenían nada que hacer allí.

- Rossi… ¿Qué haces aquí? ¿Sigues en Blue Lock?- levantó una ceja.

La verdad es que desde que hablaron del tema del club aquel día antes de declararse a Ken, no habían vuelto a encontrarse, no le disgustaba ese muchacho, quizás era un poco narcisista y pesado en el campo, pero no se veía para nada mala persona y era tranquilo, lo cual agradecía.

- Qué va, no sigo en el proyecto, pero tengo una muy buena oferta del Bastard, viajo con ellos para ir a hacerme unas pruebas y discutir si puedo quedarme para la próxima temporada.- el italiano sonreía.

- ¿Tú? ¿En el Bastard?- miró al grupo alemán y a Isagi que sonreía con Bachira. Le parecía extraño esa combinación, pero viendo lo mal que lo había hecho Ness en Japón, quizás estaban buscando otra opción para sustituirle.

- Sí, yo no quería ir, no me llevo bien con la mayoría, me temo que no pensé que esto podía pasarme antes de bromear y amenazar a algunos en la cancha… Pero Ken me convenció, aunque más bien me obligó, pienso que será la última orden que obedezca de ella. Seguro que al final tiene razón, como siempre, ¿no?- se quitaba sus gafas de sol para dejarlas colgadas en el bolsillo de su pecho.

Rin se quedó callado tras escuchar tal nombre, no sabía si contestar seco, si asentir y despedirse, preguntarle por ella por si sabía algo o empezar a quejarse de su situación. Pero no le salieron las palabras, estaba muy enfadado, dijera lo que dijera seguro que terminaba mal y después de todo no sabía qué tipo de relación mantenía Ken con Andrea y si podía confiar en él para ponerla como los trapos. Ambos medían lo mismo, podían verse la cara con claridad, pero Rin parecía más alto por su musculatura. Los ojos del mayor se achinaron y sonrió de lado, él no se había pasado por allí para hablar de su futuro en su nuevo club, sabía exactamente lo que le pasaba a ese chico solitario y resentido.