El Límite Es El Cielo, yo en dragon ball!

capítulo 3: el sabor de la primer guerra

*hace unos días en Babylon*

Ryoku se encontraba tranquilamente meditando, sentado en una roca mientras el agua de una cascada caía sobre el. El hombre parecia estar muy concentrado en su entrenamiento mental hasta que su mano rápidamente se mueve, agarrando de la muñeca a alguien que se encontraba detrás suyo.

Suzuki: au! Au! Maestro! Soy yo!

Ryoku: ah? Oh, Suzuki, perdón, no sabía que eras tu

Suzuki: agh si eso es evidente.

El saiyajin se agarra su muñeca adolorida.

Ryoku: te he dicho en repetidas ocasiones que no te pongas detrás de mi y menos cuando estoy meditando, sabes que no reaccionó bien.

Suzuki: lo sé lo sé, pensé que podría darle un pequeño susto pero sus instintos siguen igual de afilados que una navaja.

Ryoku: asumo que no viniste solamente aquí con el objetivo de asustarme no es así?

Suzuki se sienta al lado de su maestro, asumiendo la misma posición del loto que el.

Suzuki: no maestro, vine aquí con una pequeña propuesta que se me vino a la mente, una referente a los próximos exámenes que se harán para los guerreros del amanecer.

Ryoku: hmm? De que se trata?

Suzuki: vera maestro, durante mucho tiempo hemos estado siguiendo el mismo patrón con la forma en que formamos a nuestros soldados, les damos las herramientas, algo de experiencia en combate, su respectivo despertar y luego los soltamos al mundo de afuera, esperando que sus respectivos líderes de legión les den el resto de la preparación adecuada, mi punto va a que creo que les exigimos muy poco a todos estos jóvenes, sobretodo a los más talentosos quienes ya sabemos que fácilmente completarían las pruebas gracias a su fuerza natural pero eso los vuelve complacientes, los hace pensar que no hay peligros para ellos y como tal, no desarrollan el instinto de un verdadero guerrero.

Ryoku: hmmm...

Suzuki: mi punto es que deberíamos darle una formación mejor a esos chicos con más talento, no darles algo que saben que podrán superar sino algo que de verdad los pondrá en peligro, que les dará ese instinto de supervivencia y esa sed de sangre necesaria para vivir en el mundo de afuera, después de todo no podemos llevar a simples soldaditos que no conocen lo que es estar cerca de morir al mundo de afuera, sería lo mismo que simplemente llevarlos ahora que son solo niños.

Ryoku: entiendo lo que dices y creo que tienes la razón, muchos de esos chicos están confiados en sus habilidades innatas, creyendo que los hacen invencibles y eso los vuelve flojos pero que sugieres para solucionar ese asunto?

Suzuki: lo que sugiero de momento, es hacer un sistema de pruebas preliminares previo al anuncio de las verdaderas pruebas las cuales considero que también necesitan un cambio y ser más exigentes con estos jóvenes.

Ryoku: pruebas preliminares...

Suzuki: si, estarán hechas con la idea de atraer a los más fuertes de esta generación y meterlos en un ambiente donde todo esté en su contra.

Ryoku: y que pasará con los que fallen dichas pruebas, serán eliminados de las verdaderas?

Suzuki: je, de momento aún estoy puliendo los detalles para eso, mi punto es darles un golpe de realidad a esos chicos que se creen ya estar en la cima, hacerlos caer contra el suelo y romper sus ilusiones de grandeza.

Los comentarios del saiyajin vendrían acompañados con una sonrisa algo oscura.

Ryoku: ja, tu lado sádico está volviendo a salir Suzuki.