Capitulo II: Sombras del pasado

8 0 0
                                    

(Querido/a lector/a: el video es sólo para que su música, sirva de ambiente al presente capítulo. La intención, es que puedas leer mientras escuchas la canción. Muchas gracias).

Luego de todo lo que ha pasado, puedo detenerme a pensar en lo perjudicial que estaba siendo para mí, mi relación con Edward Cullen.

La primera vez que lo vi, fue realmente como un golpe a mi espíritu. Era tan hermoso, tan perfecto. Aunque en su mirada, reflejaba un vacío inhumano.

Cuando prometió estar conmigo para toda la vida, no le creí. Cuando me dijo que estaríamos juntos siempre, aún cuando yo envejeciera y mis canas cubrieran toda mi cabeza; tampoco le creí.

Si de algo puedo enorgullecerme de mi pasada humana, es que me caractericé por ser bastante desconfiada y no creer ciegamente en lo que la gente me prometía. No es que me hicieran muchas promesas, de hecho; ni mis padres habían cumplido las promesas que me habían hecho.

Mi mamá, Renée; siempre vivió para sus propias cosas y sus propios sueños. Egoísta, dejó que yo sea una adulta antes de tiempo, teniendo que atenderla y hacerme cargo de algunos gastos de la casa y de sus necesidades. Cuando conoció a Phil, fue muy feliz. Pero otra vez, yo estaba olvidada y en la escala de sus preocupaciones, yo no alcanzaba ni el penúltimo escalón. Siempre valoré su felicidad, pero qué había de la mía? ¿Acaso yo no podía querer o desear también una vida mejor?

Mi padre, Charlie; durante los últimos meses se había comportado mejor conmigo, debido a que empecé a vivir con él, y por la depresión indomable que tuve en medio de la separación con Edward. Pero eso no quitaba el que me haya abandonado y haber permitido que mi madre me llevara lejos. Al principio, lo veía los fines de semana. Pero cuando cumplí los siete años, mi madre simplemente dejó de traerme a Forks, se había cansado. Y mi padre, tampoco hizo nada para impedirlo.

Pasé toda mi vida siendo una chica solitaria, y sin que a nadie le importara mi existencia. Me hice adulta, aún siendo apenas una niña. 

Edward, había llegado para ser mi felicidad. Y cuando me dejó, se la había llevado toda consigo.

Isabella VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora