Capítulo XVI: Antiguos enemigos

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En el camino de regreso a Italia, ni Lucius habíamos pronunciado una sola palabra.

Por una parte, me sentía culpable por haber provocado esto en Lucius y en Aro. Por haber alterado de alguna manera, el orden y la familia que me había recogido y adoptado en este tiempo.

Ahora, podía entender mejor los celos de Jane. Ella veía lo que tal vez, los demás también.

Y Lucius... Me sentía culpable también por él. Pero no podía negar que ese beso, había despertado algo en mí, que creía que no volvería a sentir.

Al llegar ya entrada la noche, entramos al recinto principal. Allí estaba Aro, esta vez solo.

-Hola, mis queridos. Ya volvieron de su viaje. ¿Qué tal ha ido todo?

-Muy bien, Aro. Isabella ha podido tener el descanso que necesitaba -dijo, sin mirarme. -Si me permiten, me retiro. Debo ocuparme de algunos pendientes.

-Por supuesto que sí, hermano. Ve con tranquilidad. -respondió Aro.

Lucius hizo una reverencia y se retiró del salón.

-Amo, si me lo permite, también deseo retirarme a mi habitación. Quiero ocuparme de algunos asuntos -dije, mientras hacía la reverencia de costumbre y giraba sobre mí, para dirigirme hacia la puerta.

-Espera, Isabella. Espera un poco... -solicitó Aro, con un tono de voz suave, casi en forma de petición. -Quisiera que me acompañes a dar un paseo por el jardín. De ese modo, también podemos aprovechar para hablar de algunos asuntos.

-Está bien, amo -respondí, sin levantar mis ojos.

-Por favor, esta noche no me llames así. Llámame por mi nombre, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, Aro. Perdóname.

Me tomó del brazo, y me dirigió hacia la puerta de atrás, adonde estaba gran parte de los vehículos.

-¿No se trataba de un paseo por el jardín? -le consulté, intentando evitar parecer descortés, pues Aro era el único vampiro que podía infundirme temor.

-Cambio de planes, he decidido que podríamos dar un paseo en helicóptero. Hace mucho tiempo que no lo hago. ¿Te molesta? -preguntó.

-No, por supuesto que no Aro -le respondí mientras intentaba dibujar una sonrisa en mi rostro.

Durante el paseo, me platicó sobre su vida, incluyendo su vida como humano. Sus muchas batallas y cómo había adquirido sus destrezas peleando, luego de su conversión. Todo lo que me contaba, me resultaba interesante. Pero me perturbaba lo que Lucius me había dicho, hace apenas unas horas atrás. Por lo que, ya no me sentía cómoda estando con Aro, aunque intentaba con todas mis fuerzas que él, no lo notara.

Me habló también de unos antiguos enemigos que había hecho en el pasado, cuya ubicación desconocía en el presente. Sólo sabía que aún estaban con vida y que en algún momento, cumplirían con la promesa que habían hecho: que iban a destruir el Imperio Vulturi.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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