Ciudad

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Los días siguientes en Pequeñópolis estuvieron llenos de actividad y preparación. El ambiente en la ciudad era tenso pero determinado, con cada habitante cumpliendo su rol para asegurar la seguridad de su hogar. Marinette y Kagami supervisaban los preparativos, asegurándose de que cada detalle estuviera en su lugar.

Marinette: -Es un alivio ver a la ciudad tan unida y preparada. Aunque todavía no hemos recibido informes definitivos sobre lo que sucede en el bosque, creo que hemos hecho un buen trabajo al estar listas para cualquier cosa-

Kagami: -Sí, la cooperación y el esfuerzo de todas han sido admirables. El pequeño pajarito y Fei están haciendo un excelente trabajo en la vigilancia del bosque. Con suerte, obtendremos información útil pronto-

Marinette: -Eso espero. Mientras tanto, debemos mantener la calma entre nuestra ciudad. La prevención es importante, pero también lo es la estabilidad emocional de todas-

Mientras tanto, Fei desde las alturas, observó con más detalle. Observó que había huellas gigantescas cerca del borde del bosque, pero no había visto a los gigantes en sí. Las huellas parecían frescas, lo que sugería que los gigantes, si existían, estaban activos y cerca.

Fei, aún en su forma de águila, descendió con rapidez y se transformó nuevamente en su forma humana. Esto le permitiría analizar mejor el tamaño y la profundidad de las pisadas. Fei se agachó para examinar las huellas más de cerca, notando que eran lo suficientemente grandes como para dejar claro que no eran las de ningún animal común. La profundidad de las huellas indicaba que el ser que las había dejado era realmente gigantesco.

Fei: (Tocando las huellas) -Hmm. Estas huellas son más grandes de lo que imaginé. Parece que los rumores sobre los gigantes podrían tener algo de verdad-

Fei logra escuchar un ruido entre los árboles, pero era el pequeño pájaro que estaba posado en una rama baja, y Fei, aliviada de que no fuera una amenaza, se acercó al pájaro con cautela.

Fei: -Hola, pequeño ¿Qué has encontrado? ¿Alguna pista sobre los gigantes en el bosque?-

El pájaro piaba y movía sus alas en señal de que había observado algo, y el pequeño pájaro empieza adentrarse más en el bosque.

Fei: -Okey, creo que quiere que lo siga-

Fei siguió al pajarito a través del bosque, manteniéndose en silencio para no alertar a posibles criaturas o gigantes. El bosque era espeso, y las sombras entre los árboles se alargaban a medida que el sol se movía. A medida que se adentraban más, Fei notó que el terreno se volvía más irregular y los sonidos del bosque más profundos.

Finalmente, el pajarito se posó en una rama baja y piaba insistentemente. Fei miró a su alrededor y vio una serie de huellas aún más profundas que las anteriores. Al parecer, estas huellas eran recientes y llevaban a una especie de claro oculto entre los árboles. Fei observó con atención, tratando de discernir cualquier señal adicional. En el claro, Fei notó algo sorprendente: un campamento improvisado, con enormes trozos de madera y restos de fogatas y muebles gigantescos que parecían haber sido hechos a mano. Eso sí, el lugar en el campamento estaba desordenado, como si alguien hubiera salido apresuradamente. Fei se acercó con cautela y observó el campamento desde una distancia segura. Entre los restos, pudo ver grandes huellas y algunos objetos de tamaño gigante que indicaban que los rumores sobre los gigantes podían ser ciertos.

De repente, un ruido atrajo la atención de Fei. El pequeño pájaro voló hacia la rama más alta y Fei se transformó en un mono y rápidamente trepó uno de los árboles y se escondió para no ser vista.

Desde su escondite, Fei vio a dos gigantes: Félix y Adrien, emergieron entre los árboles. Eran tan altos que la mayoría de las ramas estaban a la altura de sus cinturas.

Las Jovencitas Diminutas y MilagrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora