Escapista

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Narra Addison

Derek empezó a llenar como loco mi buzón de voz, aún estoy internada y ya tengo unas 20 llamadas perdidas que no pienso contestar. Mark ya está en Seattle y sólo quiero recibir el alta para escapar de él, sé todo lo que me dirá y no es algo que quiera escuchar en éste momento.

- Tendremos espacio suficiente y podremos pasar tiempo de calidad juntas - dijo Calliope, mientras traía algunas cosas del hotel.

Ella me ofreció quedarme en su departamento, es mi amiga y quiere cuidarme, pero yo estoy harta de tantos cuidados.

- No es necesario que hagas todo ésto por mí -

- Addie, tomaría en serio tu palabra si no hubiera visto manchas de sangre en tu baño cuando fuí a buscar tus cosas - dijo, con una ceja levantada y una expresión de ironía, no puedo argumentar contra esas palabras.

- Bien, firmaré el alta y nos iremos - bufé, alcanzando un bolígrafo para terminar con el papeleo.

Debo salir de aquí de la manera más disimulada posible y luego asistir a la estúpida clínica para que me digan un montón de idioteces. Sé que la terapia es importante, pero ésto ya es extremo...no imagino por lo que tuvo que pasar mi hermana cuando la internamos en rehabilitación.

- ¿Estás lista? - preguntó mi amiga, con una mirada dulce y comprensiva.

- ¿Para regresar a la vida? Creo que nunca lo estaré - dije, con un suspiro cansado, mientras terminaba de vestirme con mi ropa de civil.

- Cariño, sé que es duro, pero no estarás sola, podemos con ésto ¿Sí? - sujetó mi mano, haciéndome sentir segura y acompañada, debería agradecer el tener personas como ella en mi vida.

- Claro, gracias por eso -

- No me lo agradezcas, lo hago porque por alguna razón, tú me agradas - jugó, abrazándome y sacándome una sonrisa.

Nos fuimos juntas hasta su departamento, ignorando las miradas de todos a mi alrededor, es lo más vergonzoso que haya tenido que vivir. Sé que los murmullos varían entre mi adulterio, mi aborto y mi intento de suicidio, supongo que ahora soy famosa.

En el camino, ella empezó a desviarse de la ruta, creo que no estamos yendo a su casa.

- ¿No dijiste que iríamos a tu departamento? - pregunté, asomándome por la ventanilla.

- No, yo iré a mi departamento y acomodaré tus cosas, tú irás a la clínica para recibir tu primera sesión de terapia - dijo, tomándome por sorpresa, como un niño que es llevado al dentista.

- ¡Calliope! Eso no era parte del trato - me quejé, negándome a ese plan.

- Es el trato que hice con Bailey, ella te espera en la clínica, descuida -

- ¿Y desde cuándo ustedes dos comparten mi custodia? - pregunté irónicamente.

- Desde que te volviste una niña conflictiva, pero descuida, no te vamos a castigar, sólo queremos lo mejor para tí - bromeó, molestandome más de lo que ya estaba.

Puse mis ojos en blanco y volví a concentrarme en el camino que íbamos recorriendo, ahora tendré que ver ésta ruta todos los malditos días. Al llegar, realmente no tuve el valor de bajar de ese auto, estaban obligandome a enfrentar a mis demonios y a mis peores miedos, no estaba lista para eso.

Callie bajó y abrió mi puerta, colocando sus manos sobre las mías.

- Serán sólo un par de horas y durará unas cuántas semanas, luego de eso, podrás regresar al trabajo y a ser la reina del quirófano - dijo, sacudiéndome para levantarme el ánimo.

Montgomery's AnatomyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora