panamá se vuelve Demonio?

especial 🇩🇪×🇵🇦❤️

1940 durante los años sombríos de la Segunda Guerra Mundial, un niño alemán  de tan solo seis años. Vivía junto con su padre Third Riech a quien muchos le tenían miedo nadie se atrevía a contradecirle o dar su opinión, y aunque era muy joven para comprender por completo el conflicto que envolvía a su país, las dificultades diarias le mostraban la dureza de esos tiempos. Uno de esos días mientras recorría los pasillos, paso por la oficina de su padre llegó a escuchar sobre algo llamado  Operación Pelikan o Proyecto 14, la curiosidad le gano quería saber si era aún proyecto nuevo o si su padre planea algo que atente con más de una vida.
Al siguiente día aprovecho que su padre no estaba con demasiado trabajo, tomo valor para entrar para preguntar que pasaba aún temiendo por lo que le vaya a contar.

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Alemania (6): *de pie en la puerta, dudando* Papá… S-se que estás ocupado pero....ayer llegué a escuchar hablar aquí sobre un proyecto, acas- es interrumpido

Third Riech: *sin levantar la mirada, fumando un cigarrillo, con la mirada fija en algún punto lejano*  No hagas caso a lo que escuches hijo, los temas de adultos no son cosas para que un niño sepa que pasa....

Alemania (6): *mira alrededor, sintiendo el silencio tenso* Pero… ¿Por qué nadie dice nada?... porque no puedo ayudar o saber que pasa

Third Riech: *con voz apagada, aún sin mirarlo* Porque a veces es mejor callar, hijo, Hay cosas… que es mejor que no entiendas aún.

Alemania (6): *con voz temblorosa* Pero tengo miedo, padre, No sé qué va a pasar. ¿Por qué… por qué no puedo tener obsion para al menos elegir

Third Riech: *suspira, se pasa la mano por el rostro, pero evita mirarlo* Yo tampoco la tuve a tu edad, hijo. Creí… pero está es la realidad...

Alemania (6): *da un paso más cerca, buscando el rostro de su padre frunciendo el seño* Padre ....

Third Riech: *hace una pausa larga mirando a su hijo, casi como si las palabras le pesaran demasiado* a veces cuando te miro hijo, es cómo verme en un espejo esperando a que me digan lo que quiero...bien puedes ver lo que pasará pero nada más ver entendido...ahora sal de mi vista estoy orando...

Alemania (6) : *sale de la oficina de su padre quedando en silencio, siente como las lágrimas salir de sus ojos, sintiendo la distancia entre el y su padre se hizo muy evidente por la tensión que había en esa habitación*

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Alemania, con su inocencia infantil, al siguiente día seguía a su padre a un cuarto viendo como el lo abriría con una llave mirando que dentro se encontraba una chica sentada en una silla con una mesa enfrente siendo iluminada por una lámpara, al escuchar la puerta habrirce levanta la mirada viendo la escena de un padre junto con su hijo. A ella le causaba gracia la seriedad con la que el pequeño

mientras miraba con curiosidad a la chica panameña que tenía frente a él,  Ella, con una postura firme y una expresión serena, respondía sus preguntas en un tono pausado pero decidido, sin dejarse intimidar por el uniforme que él vestía su padre.

Alemania observaba la escena de su padre al amenazarla, con una mezcla de curiosidad y admiración hacia la chica, como si no viera a un soldado y a un rehén, sino algo mucho más significativo. Cada vez que la chica hablaba, el niño no podía evitar mirarla con fascinación, como si fuera una figura digna de respeto y cariño.

El Alemán mayor sin embargo, no se dio cuenta de esto de inmediato. Estaba distraído intentando mantener la compostura, aunque algo en la calma y determinación de la chica lo desconcertaba. Mientras que el más joven su rostro, que debía mantenerse impasible, comenzó a reflejar un leve rubor, una reacción que intentó disimular ajustando dándose palmadas en las mejillas o evitando la mirada directa de ella. Cada pregunta y respuesta que los mas altos  formulaban era respondida lo hacía sentir incómodo en la posición que su padre me mandó a hacer.