OTHER - SunKi♡

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-Tranquilo querido- dijo su mucama, una señora que lo cuidaba desde pequeño cuando sus padres no podían, lo vestía cuando era niño y ahora solía arreglar su ropa, tender su cama, limpiar su cuarto y acomodar sus cosas.

-Señora Chen, es la primera vez que lo veré...- Sunoo dijo nervioso, mientras se miraba en el espejo y ella, que era una beta de 41 años, acomodaba su ropa.

-Sí... El destino lleva a muchas partes, espero que te lleve a ti a un lugar mejor- arregló su pelo, sabía lo mucho que Sunoo sufrió en su adolescencia, suplicando por un poco de amor.

-Gracias, yo-- y ante de que pueda continuar, su padre entró a su habitación luego de tocar dos veces.

-¿Cómo está mi dulce príncipe?- dijo su padre, lo consentía tanto, Sunoo era su único y preciado hijo, le daba todo lo que pedía y si pedía no ser comprometido, hubiera cancelado el trato de inmediato, pero como lo vio tan feliz, ¿Quién era él para decirle que no?

-¿Cómo me veo, papá?- Sunoo dio dos vueltas en su lugar, modelando su ropa, camisa crema con corbata café y un saco color café texturizado con crema junto a un pantalón café oscuro recto y zapatos de vestir.

-Como el chico más hermoso de toda Corea- lo abrazó fuerte, Sunoo era su pequeño niño, no lo veía de 22, lo veía de 12 años y aunque sabía que él compromiso hacía feliz a su niño, le rompía el corazón saber que se mudaría pronto de casa.

-¿Listo?- dijo su madre entrando a su habitación, un omega hombre, igual que su padre, él tenía un estilo muy lujoso, estaba con una camisa y un saco afelpado como le gustaba.

-Listo, mamá- dijo Sunoo con una sonrisa, aunque se moría de nervios por dentro.

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-Una sonrisa en el rostro- dijo la madre de Ni-ki mientras estaban en el auto que los llevaría a la reunión con los Kim, entre ambos padres, tanto de Sunoo como Ni-ki, se llenaban bastante bien, eran amigos cercanos pese a ser competencia en mercado, al menos se veían cuatro veces al mes, por eso mismo es que decidieron juntar a sus hijos.

-Madre... ¿No crees que es algo anticuado esto del matrimonio arreglado?- dijo Ni-ki claramente aún disgustado.

-Pues... talvez, pero Sunoo no puso ninguna objeción y es la única manera en la que sé que no vivirás soltero toda tu vida... y yo pueda tener un nieto- dijo con una sonrisa.

-Pero me gusta mi soledad- Ni-ki alegó, sabiendo que su madre tenía razón, si no fuera porque lo obligaron, estaría soltero para siempre.

-Vamos, no será tan malo- dijo su padre, al lado de su madre.

-A veces el matrimonio asusta- dijo el omega mayor.

-¡Hey!- su esposo reclamó -yo te pedí matrimonio en nuestro viaje a Colorado.

-Y acepté con mucho amor, pero eso no quita que llegue a sentir miedo- contestó -El punto, Ni-ki,  es que mi matrimonio me trajo mucha felicidad que no sabía que podía tener- arregló el pelo de su hijo.

-Mamá... lo voy a intentar.

Talvez.

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Sunoo estaba casi temblando, estaba por conocer al tipo con el que estaba por pasar el resto de su vida, separados por dos puertas.

La mesa de almuerzo ya estaba lista, por la puerta derecha entraría la familia de Ni-ki y por la izquierda la de Sunoo, sus padres ya estaban adentro, conversando un poco y se podía escuchar su conversación.