Contingencia

KAZUYA TAKEUCHI

Minako salió del Aeropuerto de Osaka como si se tratase de una diva, estaba completamente concentrada y decidida en encontrar a Kunzite al día siguiente; siempre siguió sus instintos y algo dentro de ella le decía que debió conocer al General en su vida pasada; quizás habían trabajado juntos, era una posibilidad.

Debido a la hora estaba indecisa si ir primero a buscarlo o dirigirse al hotel para descansar; decidió lo segundo, ante todo era sumamente vanidosa y aunque el viaje fue corto necesitaba algo de tiempo para ordenar sus ideas y alistarse, tenía que pensar como confrontar a su antiguo enemigo.

Recostada en la cama intentaba forzar su memoria pretendiendo recordar algún indicio que revelará alguna interacción entre ella y alguno de los Shitennou durante el Milenio de Plata pero no lo logro, nuevamente la frustración se apoderó de ella. A diferencia de las demás que nunca recuperaron por completo los recuerdos de sus vidas pasadas, ella los perdió después de su batalla contra Galaxia y Caos, cuando regresaron del Caldero sus recuerdos de aquella época habían desaparecido, habían sido borrados y no sabía porque; aun así confiaba en su instinto y sabía muy dentro de ella que su encuentro no sería tan incómodo.

Busco por todas partes a la princesa pero no la encontraba por ningún lugar, ya era hora de su clase con Mercury quien también la buscaba.

- ¡Serenity! ¿Dónde estás? ¡No es gracioso! Ya te has saltado las últimas 3 clases con Mercury – Gritaba por los pasillos del Palacio Lunar.

- Venus, no logro encontrar a la Princesa y nuestro tiempo designado se acabará pronto – Se quejó Mercury

Venus puso los ojos en blanco – Bueno, no es que tengan algo mejor que hacer simplemente recorre el tiempo de estudio con la Princesa... si la encontramos antes de la hora de la cena.

- Tú sabes de la importancia de sus lecciones y ya se ha saltado 3 esta semana y también de la importancia de la puntualidad.

- Bien... bien... la localizaré mediante el vínculo ¿Correcto? – Tras eso Venus cerro los ojos y visualizo el halo mágico de su princesa, pero a su mente llego la imagen de la Tierra; sin decirle a Mercury lo hizo otras 2 veces más y el resultado fue el mismo - ¡Maldición Serenity! ¿De todos los lugares tenías que ir a ese? – Pensó molesta – Se encuentra en la Tierra – Le informo tan casual que Mercury creyó oír mal.

- ¿Dónde?

- Esta en la Tierra, se ha escapado a la Tierra – Dijo nuevamente con total calma

- ¡Por los Dioses Venus! ¡Tenemos que ir por ella! Debo informar a la Reina, es peligroso que ella se encuentre en ese lugar sola – Le respondió tan alterada que Venus tuvo que tomarla de las manos.

- Cálmate Mercury, arreglaremos esto nosotras solas y nadie tendrá porque enterarse... si las cosas se complican regresaremos por ayuda ¿De acuerdo?

- El protocolo dicta que debemos informar a la Reina cualquier eventualidad relacionada con la princesa, me parece que no hacerlo es una falta a nuestras normas y reglas... que por cierto, yo misma redacte.

Por segunda vez Venus puso los ojos en blanco – No todo tiene que ser tan recto Mercury ¿No te da curiosidad saber cómo es la Tierra? A veces es divertido romper las reglas.

- No, no es divertido y son reglas que yo misma creé ¿Cómo podré pretender que cumplan con ellas si yo misma las rompo? No es lógico Venus.

- Estoy segura de que hay muchas cosas en la Tierra que no podrás encontrar en ningún otro planeta de la Alianza ¿No te da curiosidad?... Quizás hasta puedas traer algo para investigarlo en tu laboratorio.

Mercury titubeo un momento – Ciertamente podría ser interesante estudiar algún objeto de un planeta extraño.

- ¿Ves? Te prometo que nada malo pasará y si es así yo asumiré toda la responsabilidad.