GENBU

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Soichiro estaba en su oficina mirando las noticias internacionales, sin importar que canal pusiera todos hablaban de lo mismo: inundaciones, deslaves, terremotos, tornados, la creciente actividad de volcanes que por muchos años se mantuvieron dormidos azotaban cualquier rincón del planeta.

Lo sabía, esas noticias no eran recientes pero ahora eran frecuentes, lo dicho por Ami era verdad ¿Pero sería él lo suficientemente fuerte para proteger al planeta? Ya había fallado en dos ocasiones y ahora ni siquiera tenía poderes, tomo la Zoisita entre sus manos mientras la pasaba con agilidad entre sus dedos.

Las imágenes mostraban a algunas senshi rescatando a la población, unas naciones estaban agradecidas y otras reprochaban la falta de ayuda cuestionándose donde estaban las cuatro senshi de la corte y sobre todo porque los Reyes no ponían fin a todos esos males; en un mundo regido por la magia y poderes sobrenaturales, los humanos comunes en realidad no sabían cómo funcionaban esos poderes. Entendió la preocupación de Ami y recordó que Mamoru también estaba en peligro.

- ¿Cómo se supone que debo hacer esto? – Se preguntó mirando la piedra en su mano

Ami se despertó nuevamente sintió esa nostalgia que la había invadido desde su primer recuerdo con Zoisite, esta noche volvió a recordar uno de sus encuentros.

Mercury estaba sentada debajo de un árbol, miraba a los príncipes que se encontraban jugando en una de las fuentes del jardín, Serenity le tiraba agua con la mano a Endymion y este respondía de la misma manera mientras ambos corrían para evitar ser mojados, solo las risas de los príncipes se anteponían al canto de las aves y ella no pudo evitar sonreír mientras cerraba los ojos y alzaba el rostro con dirección al sol, pero de pronto el rojo que se filtraba por sus parpados se oscureció y abrió los ojos para encontrar a Zoisite parado detrás de ella bloqueando al sol.

- Lamento la demora Sailor Mercury

- No se preocupe General, como ve los príncipes ya se encuentran disfrutando de su visita.

- ¿No me preguntará la razón de mi demora?

- No creo que me concierna realmente, lo que sea que haya pasado seguramente era de importancia.

- ¡Oh! Pero ha sido por usted que he llegado tarde – Le dijo con una sonrisa sagaz

- ¿Por mí? – Pregunto dubitativa

- Así es, la última vez que nos vimos en realidad fue muy aburrido tener que solo observar a esos dos divirtiéndose, así que me di a la tarea de buscar algo que pueda disfrutar con usted además de nuestra conversación.

Sin quererlo Mercury comenzó a sentir el calor arremolinándose en sus mejillas por lo que bajo el rostro en un intento por ocultarlo – No tiene por qué molestarse en eso General, la última vez disfrute nuestra conversación.

- Lo sé, pero quería mostrarle algo que disfruto – Sin esperar el chico saco detrás de él una caja rectangular de madera con patrones cuadrados ante la mirada azorada de Mercury – Es un juego del que me enorgullezco ser campeón, no existe nadie en este juego mejor que yo, su nombre es ajedrez ¿Lo conoce?

- Me temo que no.

Zoisite la miro con una enorme sonrisa – Será un placer para mi enseñarle.

- Supongo que siendo el mejor jugador no podría tener mejor maestro que usted, entonces el placer será mío – Respondió devolviéndole la misma sonrisa.

Después de explicarle las reglas y movimientos comenzaron a jugar mientras intercambiaban alguna conversación, Mercury no pudo vencerlo aun así Zoisite tuvo que aceptar que aprendió rápido y lo metió en algunos problemas que solo algunos jugadores experimentados habían conseguido.

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