PROBLEMAS

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Una vez que Kazuya cortó la comunicación con su secretaria Minako lo miro decidida y con una sonrisa de suficiencia, mientras se cruzaba de brazos.

- Bien, me alegra que recuerdes... así nos evitaremos explicaciones que en este momento sobran. Kunzite, no quiero saber las razones por las cuales has decidido no volver al lado de Endymion pero ahora necesitamos de tu ayuda.

Antes de que pudiera continuar un terremoto azoto la zona, Kazuya corrió a su lado para evitar que ella cayera y la atrajo hacia su pecho mientras él intentaba mantenerlos en pie recargado en una de las paredes; varios objetos caían por toda la oficina cerca de ellos y se escuchaban los gritos de la gente de los alrededores, pero Minako estaba absorta en el olor de la loción del antiguo General, la agitación de su respiración, lo musculoso que se sentía su pecho contra ella y lo segura que se sentía siendo acunada por él, con una mano en su nuca y la otra alrededor de sus espalda, cerró los ojos y paso sus brazos por la espalda del ex caballero para fijar sus manos en sus hombros y mantenerse firme a él.

El movimiento termino pocos segundos después pero ambos se mantenían en la misma posición, segura de que ya había pasado el tiempo necesario para alejarse antes de que se volviera incomodo, decidió romper el silencio – Creo... creo que ya dejo de temblar – Dijo mientras soltaba sus hombros.

- C-Cierto... lo siento, creí que caerías – Dijo Kazuya alejándose de ella

Minako se aclaró la garganta un momento para continuar y recobrarse de ese momento de debilidad – Esto ejemplifica muy bien lo que vengo a hablar contigo, como sabes la tierra está pasando por varios fenómenos naturales y hasta hace poco hemos descubierto que son unas bestias los que los han provocado, según nos comentan esas bestias estaban selladas en ustedes ¿Estabas enterado de eso?

Kazuya asintió – Si, lo sé. Aunque desconocía que estaban libres, creía que seguían estando encerradas dentro de nosotros... no me explico cómo pudieron escapar.

- No importa como lo hayan hecho, lo verdaderamente importante es que hay gente sufriendo por esto incluyendo el propio Endymion. Nos han enviado para ayudarlos a sellar a esas bestias nuevamente dentro de ustedes y detener esto antes de que sea el fin del mundo.

Kazuya alzo una ceja - ¿Sabes las implicaciones que eso conlleva? Estaríamos renunciando a parte de nuestra humanidad.

- Ustedes no son humanos normales al igual que nosotras; y aun así creo que es un pequeño sacrificio que pueden hacer por el resto de la población mundial. Se supone que su deber es ayudar al planeta.

- Me temo que las cosas no son tan sencillas... si esas cosas están libres intentarán controlarnos a nosotros primero antes de que podamos sellarlas. Recuerdo haber leído los diarios de Komokuten disponibles en el Reino Dorado y sellar a la bestia sagrada no fue nada fácil aun cuando ellos tenían poderes, nosotros ahora no poseemos ningún poder.

- Pensamos que esa podía ser una posibilidad – Saco de su bolso la pequeña piedra de Kunzita – Así que el sacerdote de Elyssion me dio esta piedra, al parecer con ella podrás recuperar tus poderes y ayudarnos.

Kazuya tomo la piedra con fuerza pero no sintió nada emanando de ella – Supongo que buscaré la forma de hacerla funcionar y ayudarlos.

- ¡Perfecto! Esperamos que esto se solucione pronto para que también puedan volver al lado del Rey, estoy segura de que los ha extrañado todo este tiempo... ni siquiera estaba seguro de que estuvieran con vida.

- Te ayudaré, pero no iré al lado de Endymion

- ¿A qué te refieres?

- Lo escuchaste, sé que solo nosotros podemos sellar a esas bestias pero una vez que el trabajo este hecho no pretendo correr al lado de Endymion.

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