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Chapter Twenty

Koko parpadeó incrédulo, negando repetidas veces

── ¿Qué acaso te volviste loca? No escuchaste que no se puede entrar allí...

── ¡Koko!

──Akane...ella, ella nunca podrá...

── ¡Koko!

──Nadie podrá salvarla y...

── ¡Koko!

Seishu le estampó una bofetada que hizo al pelinegro parpadear

──Déjame a mí, entraré y punto

¡Seishu!

Miró a su mamá

──Tranquila mamá, yo salvaré a Akane ──le acarició la mejilla

Con la misma corrió hacia el interior de su casa. Bajo los gritos de los vecinos y de los bomberos, pero haciendo caso omiso, entró

Era verdad que el calor era sofocante, pero lo podía soportar. Las llamas se veían vivas pero podía andar por ellas como si nada

Recordando que estaba en la sala común fue hasta allá, pero Akane no estaba allí...

── ¡Akane! ¡Akane! ¿Dónde estás?

¿Sei? ¿Sei que haces aquí?

──Vine a buscarte ¿Dime donde carajos estás?

Arriba, arriba en mi habitación

Subió las escaleras dando zancadas. La habitación de su hermana estaba en el final del pasillo a la izquierda y las llamas tapaban la puerta (bueno, más bien...las llamas esas tapaban todo de la casa, no había lugar que no estuviese cubierto por las llamas)

Era extraño incluso para ella. En sus años de vida jamás vio un incendio así ni por televisión, era como si el incendio...fuera hecho exclusivamente para ella, como una prueba, un reto

Por algún motivo las llamas que cubrían el paso hacia la habitación de Akane eran más...vivas. Aun así no le importó, podía soportarlo, y obviamente el fuego no le haría daño...pero cuando llegó a la puerta, esta estaba cerrada

──Akane, la puerta, la puerta está cerrada ¡ábreme!

Del otro lado, una rubia idéntica a ella estaba arrinconada en una esquina con un poco de terror y solo un poco, aunque debiese ser mucho en realidad, porque una figura muy parecida a un perro (y uno bastante grande) la miraba fijamente. Tenía ojos rojos como la sangre. Su cuerpo era negro (como si estuviese quemado). De sus patas, orejas, cola y vestigios de su torso...cubiertos de flamas

Seishu comenzó a mover la manilla, a forcejear con la puerta...y el movimiento...alteró a lo que fuese que fuese esa criatura, ya que le empezó a gruñir a Akane y esta solo sabía intentar seguir retrocediendo (cosa imposible porque ya estaba contra la pared)

¡Akane! ¿Akane, qué fue eso? Escuché un gruñido

──Sei... ──la criatura esa se le acercaba dejando así una estela de huellas flameantes a cada paso que daba

Akane...y esos pasos...

──Sei... ──más pasos

Seishu comenzó a darle de patadas a la puerta y aquella cosa se acercaba más y más a Akane

──Sei... ──la criatura se le lanzó pero ella logró tirarse hacia la derecha

¡Akane!

Quatro AllianceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora