Epílogo

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Abrí la puerta del departamento y me topé con Lux, quien de inmediato se rió al verme con el delantal puesto, yo la miré seria y cambió su expresión, me dio un beso en la mejilla y entró.

—Que rico huele, ¿Qué preparas? —preguntó mientras cerraba la puerta.

—Ravioles entre otras cosas —dije seria.

—¿Para qué quieres tantas rosas? —inquirió al mirar los cinco enormes ramos que estaban sobre la mesa— Ah ya sé. ¿Yoko aún no te perdona?

—Si no te hubieras desaparecido tanto tiempo ya sabrías esa respuesta —respondí caminando a la cocina.

—Uy, discúlpame por tener una vida. Que humorcito, todavía te tiene a dieta, ¿Verdad?

—¿Hasta cuándo pensabas decirme que con quien estás saliendo es Folk? —pregunté ignorando su comentario.

—¿Cómo sabes eso? —exclamó extrañada.

—Porque hace varios días los vimos en el cine, pero estaban tan acaramelados que ni cuenta se dieron que Yoko y yo estábamos ahí.

—Esto era lo que quería evitar, tus reclamos, quería que estuvieras lista para comprender la situación.

—¿Comprender? ¿De casualidad sabes que engañaba a Yoko con una de sus supuestas mejores amigas?

—Sí lo sé, él mismo me lo contó, pero eso no tiene nada que ver conmigo. Su relación con Yoko ya había caído en la monotonía, tan es así que ella también tenía otra persona, ¿No es así?

—No es lo mismo, Lux. Yo no era su mejor amiga, ni el engaño fue tan prologando y si las cosas se dieron conmigo y Yoko fue por el descuido de él.

—Pero eras su cliente y fingiste ser su amiga sólo para bajarle a la novia, ¿Por qué tú a ella sí la justificas? ¿Ella no lo descuido también? Sabes muy bien que una relación es de dos, no toda la responsabilidad fue de Folk.

—Puede ser, pero él fue quien empezó con la infidelidad.

—¿Y por qué tú sí puedes pasar por alto que Yoko haya sido infiel y yo no puedo hacer lo mismo con él?

—Ya te dije que fueron otras las circunstancias.

—¿Cuáles otras, Faye? Estaban dentro de la misma relación y tuvieron los mismos motivos para hacerlo, la única diferencia fue la forma en que se dieron las infidelidades y por favor, no me hagas decirte algo de lo que después me arrepienta.

—Vaya que te tiene loquita, lo defiendes más que a tu hermano.

—¿Y tú no estás loca por Yoko? No seas injusta, Faye. Yo tengo el mismo derecho que tú de salir con quien me sienta a gusto y me haga reír y me complemente, no podemos juzgar a las personas por su pasado, todos nos quedaríamos solos al final. Como dicen, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

—Está bien, haz lo que quieras con tu vida.

—Sólo te voy a decir una cosa, Faye. Todos tenemos derecho a equivocarnos, de los errores es de donde se aprende, así que todos merecemos una segunda oportunidad, ojala lo entiendas, luego nos vemos.

Lux salió de la cocina y me quedé pensando en sus palabras. Tenía razón, pero me preocupaba el hecho de que la hicieran sufrir una vez más, su vida amorosa no había sido la más óptima y deseaba que al fin encontrara a alguien que la valorara y la hiciera feliz como se lo merecía, sólo esperaba que otra vez no se equivocara.

Hice los últimos preparativos en el departamento y después salí para ir por Yoko al suyo. La vi salir de su edificio y sonreí, no hacía tanto frío para que se hubiera puesto un abrigo. Subió al auto y me besó en los labios, me sonrió coqueta y se acomodó en su asiento, arranqué y de pronto puso su mano sobre mi pierna y la fue subiendo lentamente hasta posarla sobre mi miembro que empezó a frotar encima del pantalón.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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Libre hasta que apareciste en vida | FayeYokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora