Capítulo 6

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Rooba había invitado al señor Loski a la casa para "degustar" un nuevo tipo de salchichas que Nesta estaba experimentando, aunque la charla fue directo hacia el negocio.

Aprovechando que Hunter tenía aún algunos días libres por su matrimonio.

—¿Entonces quieres comprarme el negocio y mis gallinas? — preguntó el señor Loski coiendo las salchichas.

—Y tengo el efectivo listo para hacer la compra lo más pronto posible — contestó Rooba.

—¿Y una mujer en tu condición podrá hacerlo? — volvió a preguntar el señor Loski.

Rooba miró asustada al señor Loski.

—¿Mi condición?— repitió Nesta molesta, pero Hunter la tomó de la mano.

—Todo el pueblo lo sabe — señaló el señor Loski —Bueno, la señora Marlowe lo estuvo comentando a todo quien fuera a la botica. De que Rooba compró una prueba de embarazo y el sorprendente matrimonio de los dos.

Rooba vio como el rostro de su hermana se puso roja de ira.

—¿Y sabes qué? — dijo el señor Loski — A mi tampoco me cae bien Datura Marlowe. Muy arrogante y pretenciosa.

—¿Y eso afecta en el negocio que queremos hacer? — preguntó Nesta

—Para nada — contestó el señor Loski — Mientra tengas el dinero, con gusto te traspasaré el negocio de los huevos. Ja, nunca pensé que llegaría el día en que viera a un minero ascender a comerciante.

—Yo firmaré, pero el negocio será de Nesta — respondió Hunter con seriedad.

—No se si eres muy noble o muy estúpido — rió el señor Loski — Pero bueno, yo me vuelvo anciano con cada día que pasa y mis ingratas hijas no quisieron seguir con el negocio que las mantuvo alimentadas.

El señor Loski estrechó las manos de Nesta y Hunter diciendo que podrían hacer firmar los papeles en abril.

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El primer mes de cada casados fue un poco difícil para Nesta acostumbrarse a ser la esposa de alguien.

Luego de que Hunter regresará al trabajo podía escucharlo arreglarse para el trabajo, también los murmullos de los otros habitantes de la Veta.

A la tercera semana, vio cómo las mujeres de la zona la miraban con el ceño fruncido cuando Nesta salía hacia el pueblo.

Fue una la cuarta semana, mientras Nesta lavaba uno de los uniformes de mineros de Hunter que se casó de los cuchicheos de sus vecinas.

—¡Si tienen algo que decirme, diganmelo a la cara! — les dijo Nesta con las manos mojadas.

Había un pequeño lavadero publico donde las mujeres de la Veta iban a lavar la ropa y servía como lugar para conversar. Segun la señora Barb, habia sido lo primero que Lucy Gray financió con su sueldo de vencedora dos años después de su victoria en los Juegos.

—Que eres una perezosa — dijo una mujer con algunas canas, Nesta se dio cuenta que era su vecina de enfrente. — He visto como cada mañana su esposo sale directo a casa de sus tías y ellas son las que le empacan el almuerzo al pobre de Hunter.

—Qué más se podía esperar de una chica comerciante — agregó otra de las mujeres.

Nesta sintió enrojecerse de la vergüenza, terminó de lavar la ropa que tenían y se fue a su casa.

En la noche, cuando Hunter regresó de su turno, Nesta ya tenía la merienda lista como cada noche. Luego de que se bañara y Hunter empezó a comer.

—¿Por qué no has dicho que desde que nos casamos tus madres te han estado preparando tu almuerzo? — preguntó Nesta con clara molestia.

Never Let Me Down Again [Hunger Games AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora