Venecia: (Concentrada, cortando la carne con precisión) —Te digo, le agarré del pelo y no me aguanté. Ese Valentino... ¡es un maldito! No soporto cómo se ha vuelto.
Pete: (Suspira) —Sí, Lorenzo apenas dijo algo, pero por lo que vi, Valentino fue realmente cruel.
Venecia: (Asiente con firmeza) —¿Ves, hermanito? Te lo advertí, ese tipo es una sanguijuela. Antes, cuando su mama vivía, era hasta dulce. Pero desde que se junta con Sol, cambió por completo. Ahora va a la universidad solo para hacer bullying y hacer vida social, y está a un paso de reprobarlo todo.
Pete: —¿Quieres que te ayude con algo?
Venecia: (Sonríe y niega con un gesto cariñoso) —No, cariño, tú sigue disfrutando tu gelatina. La hice con mucho cariño, pensando en ti y en los bebés. Aquí, la reina de la cocina soy yo. (Ríe mientras continúa cocinando) Y Sol... ¡esa mujer es un caso perdido! No entiendo cómo el señor Horacio pudo casarse con alguien como ella. Seguro le hizo algún "trabajito especial" para amarrarlo. Solo verla me dan ganas de darle con el matamoscas.
Pete: (Ríe con complicidad) —Esa mujer realmente no tiene límites.
Venecia: (Pensativa, mientras cocina) —Oye, ¿y qué piensas de Jazmín?
Pete: —Es bastante reservada, callada... una chica muy tranquila. ¿Por qué lo preguntas? ¿Te cae bien?
Venecia: (Sonríe suavemente) —Me cae muchísimo mejor que su hermano. Creo que podríamos ser buenas amigas, pero... es tan seria. Hasta cuando se enoja, se controla; ni levanta la voz.
Pete: (Reflexiona) —A veces, las personas que más callan son las que sienten más. Tal vez solo necesita un poco de tiempo para confiar en alguien.
Venecia: (Suspira, sonriente) —Ojalá. Sería bonito tener una amiga así, alguien en quien confiar, con quien conversar sin tanto drama.
EMPRESA DEL SEÑOR HORACIO
Jazmín se plantó en el centro de la sala, con el corazón pesado, mientras miraba a sus empleados. Era una situación difícil y dolorosa, pero tenía que ser honesta.
Jazmín: —Señores, muy buenos días. Tengo malas noticias. Como ya saben, la fábrica ha estado perdiendo dinero, y lamentablemente, tendré que hacer un recorte de personal.
Un murmullo de preocupación recorrió la sala.
Trabajador 1: —¡Señorita, por favor! No nos haga esto. Hemos trabajado aquí durante años. Somos el sustento de nuestras familias.
Jazmín: —Lo sé, y es precisamente por eso que me duele tanto tener que tomar esta decisión. Pero el problema es que no hay suficiente dinero para pagar sus sueldos este mes. Hemos tenido que hacer pagos a los bancos para evitar un embargo, y en este momento estamos sobreviviendo con un préstamo de un inversionista.
ESTÁS LEYENDO
TRAVESURAS DE MEDIANOCHE (VEGAS Y PETE)
RandomTravesuras de Medianoche es una invitación a perderse en la oscuridad del deseo, donde los juegos de poder, control, y sumisión se vuelven protagonistas. Para mayores de 18 AÑOS , este relato te lleva al corazón del SADOMASOQUISMO , donde el placer...