Pete deja escapar un suspiro mientras intenta calmar el latido acelerado de su corazón. Su cuerpo, aún tembloroso y cubierto de un brillo de sudor, descansa junto a Vegas, que también parece agotado. Lentamente, Pete posa una mano sobre su vientre abultado, sintiendo el calor y la vida que lleva dentro. Entonces, alza la mirada hacia Vegas y sonríe, satisfecho, con una chispa de desafío en sus ojos.Pete: Wow...... me encanta -dice con una media sonrisa, como si el cansancio le importara poco.
Vegas lo observa con una mezcla de ternura y deseo. Se inclina para rozar el rostro de Pete con la yema de los dedos, siguiendo el contorno de su mandíbula hasta llegar a sus labios. Luego, su mano desciende con cuidado hasta el vientre de Pete, moviéndose con una delicadeza que revela la mezcla de orgullo y responsabilidad que ahora lo invade.
Vegas: ¿En qué estás pensando, cariño? -pregunta en voz baja, dejando que su mano repose suavemente sobre la barriga.
Pete cierra los ojos un momento, disfrutando del toque cálido de Vegas, y luego sonríe de nuevo, esta vez con un toque de atrevimiento. Abre los ojos y lo mira con esa chispa intensa, desafiando cualquier cuidado o límite.
Pete: -Quiero que seas más duro conmigo... -susurra, sus palabras cargadas de deseo-. Te quiero sin miedo.
Vegas levanta una ceja, dejando escapar una risa suave y sorprendida. Siente ese mismo impulso recorrerlo, el deseo de perderse en ese momento sin reservas, pero algo en su interior se frena. Baja la mirada a la barriga de Pete, recordando el tesoro que ambos llevan consigo. Sus dedos dibujan círculos pequeños y lentos, como si intentara transmitir a sus pequeños el amor que siente.
Vegas: -Créeme, a mí también me encantaría, mi amor... -dijo sinceramente, mirándolo directamente a los ojos-. Pero tengo que cuidar de ti y de ellos -añadió, dejando que el peso de sus palabras reflejara el amor y el compromiso que sentía por su familia-. ¿Cómo te sientes aquí, rodeado de mi... loca familia? -bromeó, pero en su mirada había un rastro de vulnerabilidad.
Pete: Estoy muy feliz, mi amor. Nunca había sido tan feliz en mi vida como lo soy ahora -dijo con sinceridad, apretando suavemente la mano de Vegas-. Quería decirte... estoy aprendiendo muy rápido los idiomas. ¡Gracias a las clases que he estado tomando! -se rió, un poco avergonzado-. Me hace sentir más seguro.
Vegas sonrió con orgullo, acariciando la mano de Pete con sus dedos.
Vegas: -Me alegra muchísimo que estés aprendiendo cada vez más, cariño. Eres muy inteligente, y nunca dudé de eso... eres el amor de mi vida. -Luego, recordó algo y añadió-: Por lo que sé, Zamir ha venido a ayudarte también, ¿verdad?
Pete: -Sí, ha sido de mucha ayuda. Pero, hablando de él... siento que Zamir quiere decirme algo, pero no se atreve. Cada vez que me mira, me abraza con tanta fuerza... hay algo en sus abrazos, como si intentara decirme algo sin palabras.
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TRAVESURAS DE MEDIANOCHE (VEGAS Y PETE)
DiversosTravesuras de Medianoche es una invitación a perderse en la oscuridad del deseo, donde los juegos de poder, control, y sumisión se vuelven protagonistas. Para mayores de 18 AÑOS , este relato te lleva al corazón del SADOMASOQUISMO , donde el placer...