Oakhaven estaba sumido en un profundo luto. La muerte de Seo Yeon, seguida por la de Hae Dan y, más recientemente, la de Eun Byul, había dejado una marca imborrable en la comunidad. Las familias de los jóvenes caídos estaban devastadas, sus corazones estaban rotos por la pérdida de aquellos que una vez fueron el centro de sus vidas.La familia de Hae Dan, particularmente, se encontraba en un estado de desesperación. Su único hijo, el orgullo y la alegría de sus padres, había sido arrebatado de este mundo demasiado pronto. La madre de Hae Dan pasaba las horas sentada en su habitación, rodeada de fotos de su hijo, mientras las lágrimas caían silenciosamente por sus mejillas. Su padre, un hombre fuerte y callado, se encontraba perdido en sus propios pensamientos, incapaz de enfrentar la realidad de su ausencia.
La familia de Seo Yeon no estaba mejor. La madre de Seo Yeon, una mujer que había dedicado su vida a criar a su hija con amor y dedicación, ahora se encontraba atrapada en un ciclo de tristeza interminable. Cada rincón de la casa le recordaba a su hija: el vestíbulo donde solía dejar su mochila, la cocina donde preparaban juntas sus comidas favoritas. La soledad era abrumadora, y el eco de su risa parecía resonar en cada habitación vacía.
Ash, por su parte, estaba sumida en una profunda depresión tras la muerte de Eun Byul. La conexión que había compartido con ella era especial; habían sido cómplices en momentos difíciles y se habían apoyado mutuamente en sus luchas. La culpa la consumía; se preguntaba si podría haber hecho algo para evitarlo, si podría haber salvado a su amiga.
Mientras tanto, la madre de Hye Mi contemplaba su dolor desde una perspectiva diferente. Había hecho una promesa a su hija antes de que la vida le fuera arrebatada: vengar su muerte. Con esa determinación ardiente en su corazón, decidió que era hora de actuar. Se dirigió al psiquiátrico donde Ji Hye estaba recluida, convencida de que ella tenía parte de la culpa por lo ocurrido. Con una suma considerable de dinero en mano, sobornó a un enfermero para que se encargara de lo que consideraba un acto necesario.
El enfermero, atraído por la oferta tentadora y sin cuestionar las intenciones detrás del dinero, accedió a envenenar a Ji Hye.
Al día siguiente, las noticias sobre el estado de Ji Hye se propagaron rápidamente por Oakhaven como un incendio incontrolable. Los rumores comenzaron a girar en torno a Lady Ash, quien fue tildada de asesina por aquellos que no conocían la verdad detrás del caos. La comunidad estaba furiosa y confundida; la tragedia parecía no tener fin.
Ash recibió la noticia con incredulidad y horror. Se encontraba en su habitación cuando Hyun Woo llamó a su puerta, preocupado por su amiga.
—Ash —dijo él con voz grave—Tienes que ver esto.
Ella miró hacia él con ojos llorosos, sintiendo que el mundo se desmoronaba a su alrededor.
—No puede ser —susurró—Ese nunca fue el plan.
Hyun Woo se acercó y tomó sus manos entre las suyas, intentando transmitirle un poco de consuelo en medio del caos.
—Lo sé —respondió él—Pero necesitamos encontrar la verdad. No podemos dejar que te culpen por algo que no hiciste.
Ash asintió lentamente, sintiendo que una chispa de determinación comenzaba a encenderse en su interior. Sabía que debía luchar no solo por ella misma, sino también por Eun Byul y todos los demás que habían sufrido injustamente.
Al salir de la habitación Hyun Woo se encontró con Min Hae. Sabía que ella era peligrosa, pero no podía permitir que continuara con su amenaza.
—¡Aléjate de ella! —gritó Hyun Woo refiriéndose a Ash.
Min Hae lo miró con desprecio.
—¿Te crees un héroe? —dijo con una sonrisa burlona—Si no te apartas, te juro que te mataré.
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Secretos encriptados (En Revisión)
Mystery / ThrillerEn el prestigioso Instituto Oakhaven, donde los pasillos brillan tanto como las cuentas bancarias de sus estudiantes, los secretos son la moneda de cambio más valiosa. Aquí, la imagen lo es todo, y nadie lo sabe mejor que la élite estudiantil ¿Serán...