Wednesday se encontró en uno de los escenarios más hostiles, desconocidos e inesperados de sus dieciocho años de existencia. En sus vacaciones con su tío Fester, había luchado contra caimanes e innumerables alimañas, escapado de catacumbas en ruinas y sobrevivido a interrogatorios de personas de moral cuestionable. Pero nada de eso se comparaba con la incomodidad y la confusión que le causaban las fiestas estudiantiles.
Era sábado y, por alguna razón, sus supuestos amigos le habían rogado que fuera a una fiesta de fin de curso en uno de los dormitorios de Nevermore, alegando que, si lo hacía esta vez, nunca más le pedirían que hiciera algo así. Bianca y Yoko habían encabezado la lista con sus amenazas, seguidas por el apoyo de Divina y su gemelo, cuyo nombre Wednesday no se molestaba en recordar, las patéticas súplicas de Xavier y Ajax, y la lastimera sonrisa de Eugene. Así que ella había aceptado, como una concesión para su futura paz mental.
Su compañera de cuarto y mejor amiga, Enid, había sido más considerada con ella, diciéndole que si aparecía, podría irse cuando lo considerara oportuno durante la noche. Acordaron verse en su habitación, después de la fiesta sabiendo que Wednesday haría una salida a la francesa como siempre hace.
Los acontecimientos que se desarrollaron desde su llegada siguieron una serie de protocolos que Wednesday no podía entender, pero por una especie de juego idiota de adolescentes con reglas de las que no estaba informada, ahora estaba encerrada en el baño privado de la habitación de Yoko con Enid durante exactamente siete minutos.
"¡Yoko!" la rubia golpeó la puerta con el puño "¡No es gracioso, no te vas a salir con la tuya!" La música de la habitación, una predecible canción pop que sonaba apagada y lejana desde el otro lado, subió el volumen hasta que apenas pudieron escuchar lo que estaba sucediendo afuera.
"¡Lo siento, cachorro, la música está demasiado alta!", gritó la chica desde el otro lado como excusa pobre. "¡Diviértete!". Podían escuchar su estupida sonrisa en su tono travieso. Enid gimoteo afligida y resopló un poco antes de regresar a donde estaba Wednesday, al lado del fregadero.
"¿Por qué le echas la culpa a Tanaka y no al resto de los chimpances?" preguntó la chica más bajita, sin mucha gracia. Tenía otros métodos más entretenidos para pasar el rato, pero no entendía por qué estar encerrada en un baño tenía que ser tan dramático.
"Porque es estúpida y este claramente es uno de sus estúpidos planes" respondió la rubia apretando los dientes.
"¿Planes?", Wednesday levantó una ceja.
"¿Sabes lo que es Siete minutos en el cielo, verdad?" preguntó Enid con una risita sin humor.
"Mi rigor mortis no es lo suficientemente fuerte como para llegar a ese estado, aunque en cualquier caso dudo que puedas matarme" respondió Wednesday frunciendo el ceño con confusión.
"No, tonta. Es un juego para ligar" explicó la chica más alta "Encierras a dos personas juntas y esperas que... bueno, ya sabes, se enrollen."
Ella dejó escapar un suspiro dramático. "Yoko, está convencida de que tú y yo tenemos algo así como 'algo'", dijo entrecomillando con los dedos, "¡y lleva intentando tendernos una trampa desde que empezó el curso! Es literalmente insoportable. ¿Cómo no te diste cuenta?"
"No la encuentro más insoportable que de costumbre" tarareó Wednesday "aunque ahora me doy cuenta de que Barclay me ha estado molestando por ti más de lo habitual."
Enid chasqueó los dedos. "¡Ahí lo tienes! Bianca y Yoko han hecho una alianza y luego han convencido al resto".
Wednesday apoyó la espalda y una de sus botas de combate contra la pared de azulejos. "¿Y qué les interesa a esas sanguijuelas? ¿Por qué creen que tenemos sentimientos no platónicos la una por la otra?", preguntó.
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Just a little lie (Wenclair)
Storie d'amoreWednesday Addams y Enid Sinclair estan cansadas de que sus amigos intenten juntarlas, así que deciden seguirles el juego y pretender que estan saliendo para que las dejen en paz. Al fin y al cabo no cambiaría nada entre ellas...¿cierto?