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Era casi muy irreal ver al rubiecito a tu lado, en tu cama, abrazándote y viéndote como si fueras lo más bonito. "Tsukki, ¿en qué piensas?" Fue lo primero que le dijiste al notar que ya llevaba despierto un muy buen rato pero no hablaba. "En cómo eres una mala influencia para mí." Soltó con una pequeña sonrisa de satisfacción. "¿No fuiste tú quien sugirió quedarte aquí?" Respondiste con el mismo gesto de él. "Lo hice porque cierta persona pidió un round más... ¿Y quién soy yo para negarte algo, bonita?" Definitivamente no podías con esa actitud suya, era muy rara para venir de Tsukishima. "Eres un bobo, Tsukishima Kei. Eso eres." No podías evitar sentirte extraña ante ese comportamiento inusual, era normal si estaban besándose con lujuria, pero no ahora que ambos tenían ropa. Como por instinto, antes de levantarse de la cama, Kei te dio un piquito en los labios. Luego de eso fue a tu baño como si nada. Tal vez él podría actuar cool frente a eso, pero tú no y eso era súper raro. Porque es solo un beso, ¿verdad? Nada más que un beso.
Estuvieron casi hasta media tarde juntos en tu habitación, pues afuera había mucho movimiento y sería arriesgado que Tsukki saliera de tu habitación así como así. Cuando por fin se relajó afuera, estaba apunto de irse hasta que recordó algo muy importante. "Bonita, ¿quieres que compre la pastilla por ti? Está cerca la farmacia, no tardaré mucho." Es verdad, ayer poco te importó el hecho de procrear con Kei. "Por favor, Kei. Y por favor, a la siguiente, no me hagas caso y ponte un condón." Él bonito rubio solo asintió sonriendo y esa maldita imagen se iba a plasmar en tu mente por mucho tiempo. Resultado de eso, antes de que saliera, lo abrazaste por la espalda y le diste un besito en el hombro. "Gracias, Tsukki."
"Me voy a casar con ella y tendremos dos gatos. La amo." Era en lo único que pensaba Tsukishima mientras se dirigía a la farmacia. Él estaba seguro de lo que sentía, sentía amor. Y haría todo lo posible porque fuera mutuo. Su misión de enamorarte había comenzado. Su mente de color rosa y unicornios flotantes se vio atacada por un color negro y vómito de ogros. Vio a su competencia directa en el mostrador de la farmacia comprando condones. La indiferencia a Suna volvió a su ser cuando recordó que él ya había estado contigo sin protección. A veces se me olvida que Tsukki es un hombre y, muy pocas veces, piensa como hombre. Lo estaba haciendo al sentirse orgulloso por esa gran hazaña. Se dio cuenta de lo que estaba pensando y esto lo hizo sentirse curioso. "¿Acaso tú ya habías estado con Rintarō?" Empezó a recordar. "¿Por qué va a su habitación con tanta confianza? ¿De qué hablaron cuando salió con él? ¿Son muy cercanos? ¿Sientes algo por él?" Oh no. Recordó algo que le hizo sentir más que curiosidad. Tsukishima no es estúpido y estaba casi seguro. "No hablaba de su amiga y Atsumu. Hablaba de ella y Rintarō." Afirmó.
Descubrir eso definitivamente le hizo sentir algo. Suna tenía muchísima ventaja y eso le preocupaba bastante. Sus ánimos no eran los mismos desde que salió.
En tú dormitorio, estabas esperando a que Kei regresara para poder tomarte la pastilla, y quizás persuadirlo para que se quede más tiempo contigo. Por alguna extraña razón no era como antes. Por alguna extraña razón sientes que no es suficiente verlo todos los días en clase. Una notificación en tu celular te sacó de tus raros pensamientos. "¿Jeans o falda? No m decido, quiero que Sumu solo me mire a mí. AYUDA." Es verdad, hoy había una fiesta en casa de los Miya a la que tus amigas irían. "Te ayudo si me perdonan por no ir con ustedes." Tal veeeeeeez preferías quedarte con Tsukki haciendo algunas cosas. "no." "no." Ok. Era obligación ir. "Pasaré por ustedes. 😞" A quién le mentías, nunca te perderías una de sus fiestas. "Nono, Rintarō irá por ti y nos veremos allá."
"ES VERDAD. SUNA EXISTE." Literalmente te habías olvidado de la existencia de Suna. Así como no recordabas que le habías prometido que hoy se verían. El efecto Tsukki era como un tipo de amnesia o así. Apenas pensaste en el zorrito, le llamaste. "Guapaaa, hasta que apareces." Se escuchaba muy animado. "Recuerda que me debes algo. Paso por ti a las nueve para venir a casa de Tsumu. ¿De acuerdo?" Tu yo de primer año está muriendo de felicidad, ¿por qué tu yo de segundo no? "Suna, no me lo vas a creer..." No encuentras ninguna excusa rápida pero creíble. "¿Conoces a Tsukishima Kei?" Estúpida. Boba. Mensa. Tonta. "Bueno, me pidió que lo llevara a la fiesta porque su auto no funcionaba bien. Traté de decirle que no, pues quería verte. Solo que el pesado no captó la indirecta." Burra. Idiota. "Mmm... Está bien, princesa. Solo que cuando llegues aquí, ese chico tendrá que olvidarse de ti. Me debes mucho tiempo a tu lado." Podrías seguir degradandote pero ya no se podía hacer nada. "Claro, Suna. Nos vemos en un rato. Besitos." Ahora aparte de tener que ir a la fiesta, tenías que convencer a Kei de ir contigo. Podrías ir sola y poner una excusa de cómo Tsukki no quiso venir al final.
Nah. Obviamente irías por la otra opción.
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P☆rnstar - Tsukishima Kei
FanfictionTsukishima Kei cree que está alucinando cuando ve a su detestable, pero preciosa, compañerita en un sitio para adultos.