P☆rnstar - Tsukishima Kei

¿?

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"Tsukki, por favoooooor." Te encontrabas rogándole que fueran a la fiesta. "Solo iremos un ratito. ¿Si?" En verdad Tsukishima no se podía resistir a tus grandes ojitos y eso era un problema. Podrías conseguir todo lo que quisieras de él con solo mirarle. "Está bien, solo que recuerda que no puedes beber hasta vomitar, como acostumbras." Ruedas los ojos. "Lo digo por la pastilla. Si la devuelves, estamos jodidos." Se veía genuinamente preocupado y eso te parecía ¿sexy? "Está bien, Tsukki."

"Tienes jabón aquí." Ni siquiera tú sabías cómo habían llegado a la ducha juntos. Te parecería normal si estuvieran besándose desenfrenadamente, pero no lo era porque el hombre a tu lado no tenía intenciones de tornarlo sexual. "Me gusta mucho tu cara, bonita. Te ves aún mejor sin maquillaje." Aún no entiendes de dónde vienen repentinas acciones o palabras de Tsukishima que lo hacían ver como un hombre enamorado. Él solo quiere una cosa y tú también. No había más, para ti. "Tú te ves raro diciéndome estas cosas Tsukishima. Pero te entiendo, sé que soy una belleza." Aunque lo hayas dicho de broma, el hecho de que ustedes dos no estén en la misma sintonía, era difícil para él. Podría decirte muchos cumplidos lindos y tú simplemente renegarías de estos.

Era la primera vez que estabas en el dormitorio de Tsukki. Todo estaba tan ordenado y limpio. Su cama se veía extremadamente suavecita. El olor ahí era delicioso. "Me cambio y ya está." Dijo mientras iba a su baño. No pudiste resistirte a probar su cama. Efectivamente, era muy suave. "Tsukki, dame un beso." Fue lo primero que le dijiste al verlo salir del baño. Se veía tan guapo. Es tan obediente que sin pensarlo fue a ti. Como estabas acostada, tuvo que inclinarse hacia tu cara, quedando casi encima de ti. Besando a Kei pensabas en que la idea de no ir a la fiesta y divertirte con él sería mejor. "Bonita, arruinaré tu maquillaje." Era el más deseosos por hacerlo pero sabía que te había tomado tiempo. "No impo..." Una llamada tenía que interrumpirlos. "AMIGA, SUNA SE VE GENIAL. LLEGA YAAAAAA." Claramente ya estaban todos ebrios en esa casa. "Vámonos en mi auto." Te resignaste y abandonaste la idea de amanecer en esa habitación ajena.

En el camino, algo retumbaba en la cabecita de Tsukishima. "¿Por qué mencionó su amiga mencionó a Suna así?" La idea de que sí hubiera algo entre ustedes le molestaba mucho. No eran nada pero él quería serlo todo para ti.

"Preciosaa... ¡TSUKKI VINÓ OTRA VEZ!" Parecía ser el mejor día de Atsumu. Que alguien como Kei estuviera en su casa por segunda vez en menos de un mes, le hacía pensar que sus fiestas eran las mejores. "Pasen, pasen. Preciosa, Suna está en la terraza. Y Tsukki..." Levantaba las cejas rápidamente. "Hay una chica que quiere conocerte, campeón." Tsumu estaba tan ebrio que poco le importaron las palabras de negación de Tsukishima. Se lo llevó a quién sabe dónde y tú subiste a la terraza.

"Hueles muy rico." Abrazaste por la espalda a Suna. "Es nuevo." Había algo en su tono de voz. "¿Vino tu amigo?" Seguía dándote la espalda. "¿Tsukishima? Sí, Tsumu lo robó apenas llegamos." Dejaste de abrazarlo y te pusiste a su lado. "¿Quieres?" Sacó el cigarro de su boca para ofrecértelo. "¿Pasa algo?" Tomaste el cigarro y le diste una calada. "No sé, princesa. ¿Pasa algo contigo...? Siento que me estás evitando y quiero saber por qué." Podías mentir y decir que era culpa de tus tareas o hablarle con la verdad. "Rintarō, me gustas desde primero." Ibas a ser honesta. "La primera vez que te vi, quedé flechada. Capaz suena muy cursi, pero así me sentí. Conforme te conocía más, la atracción solo aumentaba. Cuando empezó segundo y noté que compartiríamos una clase, no sabes lo mucho que me emocioné." Volteó a verte con una sonrisita. "Siempre trataba de adelantarme a lo que veíamos en clase, por si te llegaba a surgir una duda, poder ayudarte. Cuando fuimos a la cafetería, pensé que me iba a sentir bien luego de lo que hicimos, pero no fue así."Ahora tenía una expresión de preocupación. "Me sentí decepcionada porque esperaba, aunque sea, unas palabras lindas de tu parte. No solo besos de esa manera. Luego, me sentí peor cuando descubrí que en la fiesta te besaste con tu ex. Después vienes y me dices que también te gusto. ¿No crees que me pones en una situación complicada? Y está bien, no somos na..." Tomó tus mejillas y clavó sus preciosos ojitos en los tuyos. "Yo sé que no somos nada, pero me gustas muchísimo. Perdóname por todo lo que cause dentro de ti. También por lo de mi ex, pensé en no decírtelo porque me daba mucha vergüenza y, de verdad, no significó nada para mí. Princesa, estoy loquito por ti." Ahora tú te sentías mal. Literalmente ayer estabas teniendo sexo con otro hombre. En tu defensa, era solo eso. "Suna..."

"SUNA ESTÁ DE NOVIO." Lo esperabas de Atsumu, pero no de Osamu. Todos la estaban pasando más que bien, en especial tus amigas. Lo lograron con los hermanos. El grito de Osamu estuvo acompañado de media fiesta subiendo a la terraza. Por un lado, estabas feliz de que los hayan interrumpido. No sabías qué decirle. Por el otro, no querías que Tsukishima te viera en esa situación. Afortunadamente no subió. "¿Ya le pediste que fuera tu novia, bro?" Un Samu bastante alcoholizado y extrovertido preguntaba sin descaro. "Shhhh... Samu déjalos en paz." De verdad estaban muy ebrios y se notaba en todo lo que decían. Por supuesto, no los volvieron a dejar solos y estuvieron con ustedes platicando por un muy buen rato.

Tal vez habías olvidado un poquito que no debías beber. Estando entre todos ellos llenos de diversión, no te podías quedar atrás. Ya ebria, bajaste sin avisar a tus amigos para ir al baño. En la sala, ya casi sin gente, pudiste ver una bonita cabellera rubia sentada en un sillón. "¿Quién soy, Tsukki?" Tapaste sus ojos de manera torpe. "¿Bebiste mucho?" Ash. Que molestia que se preocupara por ti. "Solo un poquitititito..." Le aclarabas mientras pasabas un brazo por sus hombros y te sentabas en sus piernas. "¿Quieres que nos vayamos antes de que bebas más y vomites la pastilla?" Se veía un poco incómodo y lo notaste. "Kei, Kei, Kei. Dame un beso Kei." También notaste que sus labios se veían muy besables. "Te lo daré en el auto. Vamos."