P☆rnstar - Tsukishima Kei

héroe?

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Ni siquiera viste de quién era la llamada, lo único que necesitabas era una excusa para parar lo que estabas haciendo. "¿Bueno? ¿Mamá? ¿Qué pasa?... No te preocupes, justo mi amigo me está yendo a dejar a la casa. Llegó en quince. Te quiero." Ignoraste las preguntas de Tsukishima del otro lado del teléfono, ahora no ibas a lidiar con él. Agradeces no haber bloqueado su número. "¿Qué pasó, bonita?" Preguntó Suna un poco, muy, agitado. "Mi mamá necesita que vuelva a casa ahora" Fingiste estar triste. Suna te dio una sonrisa frustrada pero entendió y encendió el auto después de que volviste al asiento del copiloto. En el camino seguían hablando de cosas triviales. No mencionó tu declaración pero tú tampoco lo hiciste. Definitivamente no querías hablar del tema ahora. Cuando estaban afuera de tu casa, bajó y abrió tu puerta. Enfrente de la entrada de tu hogar, te dio un beso largo y finalizó con uno en la frente. "Nos vemos el lunes, bonita." Dijo mientras se subía a su coche.

Entraste y te quedaste sosteniendo la manilla de la puerta. No sabías qué acababa de pasar. "¿Entonces también le gusto?" Te preguntabas torturandote, a nada de empezar a golpearte contra la puerta. Tsukishima. Vino a tu mente tu héroe. No ibas a devolverle la llamada, solo quieres subir a tu cuarto y dormir hasta que se te olvide lo extraño que la pasaste con Suna.

Era medio día del sábado y no tenías ningún plan, gracias a Dios. Lo menos que querías era ver o hablar con alguien. Te pusiste a reflexionar sobre la noche anterior mientras seguías entre las cobijas. ¿Le gusto a Rintarō? ¿Malentendió mi broma? ¿Por qué no mencionó nada sobre mi confesión? ¿Estoy mal por no disfrutar sus besos? Miles de preguntas en tu mente. Pensabas seriamente si tú eras el problema. En plan ¿por qué no estarías muriendo de felicidad por haber besado a tu amor platónico?

Por otro lado, Tsukishima estaba enojado, no con él, sino contigo. ¿Por qué salió con Rintarō Suna? ¿Por qué me bloqueó? ¿Por qué la llamada de ayer fue tan extraña? No lograba entender qué estaba pasando contigo. Hasta se llegó a cuestionar sobre si fue muy lejos con ese mensaje que te envió, aunque aún no lo abrías.