El problema es otro

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El primer día de descanso comenzó con un aire despreocupado y cálido

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El primer día de descanso comenzó con un aire despreocupado y cálido. En el patio trasero, el sol brillaba intensamente, y el calor del día te invitaba a mantenerte al aire libre. Tú y Touya estaban en el césped, enredados en una lucha amistosa, riendo y empujándose mientras tus padres los miraban desde una mesa cercana, disfrutando de su desayuno. La risa de tu madre resonaba mientras veía cómo tú y Touya intentaban vencer al otro, rodando y peleando en el pasto sin tomarse nada en serio.

La tarde pasó entre juegos y charlas, y cuando el sol comenzó a ponerse, el ambiente se volvió aún más relajado. Nadie parecía tener energías para cocinar, y después de un buen rato de mirarse entre sí, tu padre finalmente dijo:

—¿Y si pedimos una pizza?

—¡Eso es lo mejor que has dicho en todo el día! —respondió Touya, haciéndote reír.

Cuando sonó el timbre, tú y Touya, a pesar de que él ya tenía 23 años, saltaron al frente como niños pequeños, compitiendo por llegar a la puerta primero para recibir la pizza y escoger el mejor pedazo.

—¡Voy a llegar primero! —dijo Touya, empujándote suavemente hacia un lado.

—¡Ni lo sueñes! —le respondiste, dando un pequeño empujón de regreso.

Ambos abrieron la puerta al mismo tiempo, pero lo que vieron los dejó completamente quietos. Shoto estaba ahí, mirándolos con una mezcla de sorpresa y curiosidad.

—¿Shoto? —preguntaste tú, perpleja.

Shoto parecía igualmente confundido, como si él mismo no supiera del todo qué hacía ahí. Antes de que cualquiera pudiera reaccionar, tu madre se acercó al ver el revuelo y, al ver a Shoto, una sonrisa cálida apareció en su rostro.

—¡Shoto! Qué gusto verte —dijo, invitándolo a pasar—. Adelante, siéntete como en casa.

Tu padre también le dio la bienvenida con una sonrisa—. Ha pasado tanto tiempo... Qué bueno que te animaste a venir.

Todos se acomodaron en la sala. A pesar de que el ambiente era acogedor, se sentía una ligera tensión. Shoto miraba la habitación, como si tratara de encontrar las palabras. Finalmente, respiró hondo y rompió el silencio.

—Touya, quiero disculparme —dijo, bajando la mirada un poco—. Sé que durante años no quise hablarte, aunque tú intentabas acercarte. Creo que... simplemente no sabía cómo hacerlo.

Touya lo miró en silencio, sin perder el pequeño destello de sorpresa en sus ojos, pero asintió, dándole espacio a Shoto para continuar.

Shoto miró hacia ti y continuó—: También... quiero disculparme contigo. Cuando nos conocimos, te traté de forma... poco amable. Una parte de mí creía que eras parte del problema, que tu relación con Touya hacía que él se mantuviera distante de mí. Pero ya no pienso así. Me equivoqué y quería que lo supieras.

𝓻𝓸𝓪𝓭𝓼 ( Bakugou Katsuki y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora